Tres chavales belgas han decidido ponerse el
mundo por montera. Como a Julio Iglesias, les gustan las mujeres y les
gusta el vino. Aunque en esto se diferencian del cantante, que abusaba
del segundo para olvidar a las primeras, ellos nunca tuvieron la
posibilidad de borrar el recuerdo de ninguna mujer por el simple hecho
de que jamás ninguna saltó del plano del deseo al terreno de la
realidad. Para remediar tal situación organizan una excursión por España
con el sueño de dejar aquí su virginidad. Nada les arredra, ni siquiera
las dificultades que por añadidura tienen por el hecho de ser ciego, el
uno; con problemas de movilidad, el segundo, o con la necesidad de
utilizar una silla de ruedas, el tercero. Podrían llamarse Nafti, Víctor
Pérez u Óscar.