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jueves, 10 de noviembre de 2016

NO ES TRUMP, ES EL DESAMPARO

De momento, al menos de momento, los miedos que despierta el nuevo ‘Master del Universo’ son excesivos. Al fin y a la postre, los poderes de los presidentes de los USA vienen limitados por un sistema que constriñe y una estructura que impone. Trump no será una excepción a esta norma. El sistema sirve como cortafuegos para cualquiera que pretenda salirse por la tangente, permite al primer mandatario tomar decisiones siempre y cuando no sobrepasen las líneas prefijadas. La estructura mediática y económica, valga la redundancia, pendiente de unas cuentas de resultados que no está dispuesta a dejar al albur de las ocurrencias del presidente, aprieta o afloja en función de sus conveniencias.