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domingo, 16 de diciembre de 2018

LA MUECA INTERPRETABLE

Foto "El Norte"
De todo lo mensurable, por rara que parezca la cuestión, siempre existirá alguien que haya dedicado sus dedos a la labor de realizar esas cuentas, sus cuentas, para averiguar el número existente. Por ejemplo, a Paul Ekman le inquietaba no saber cuántas muecas de las que podría realizar tendrían un significado que podría ser entendido a la vez en Jamaica y Tasmania, en Ushuaia y Cuenca. Hasta quince gestos faciales, tres manos enteras, pudo contar este psicólogo estadounidense. No sé si son muchas o pocas, pero son más que palabras, por eso es tan frecuente encontrarnos con paisanos que, cuando quieren explicar algo a una persona extranjera, tras intentarlo hablando más alto de lo habitual y desistiendo al comprobar la ineficacia de dar voces, recurren a la mímica para indicar que el restaurante que buscan está en la segunda calle que sale a mano derecha. Esas quince muecas reseñadas dejan fuera el inmenso elenco de gestos cuyo mensaje es interpretable. Y para desentrañar el sentido oculto de esas otras muecas se hace necesaria una información adicional.