En
la segunda mitad de los ochenta, los que aún eran niños pudieron seguir
una serie de animación en la única televisión que por entonces emitía.
Dicha serie popularizó a un personaje: el Amo del Calabozo, el tutor de
los protagonistas, el encargado de mantener el equilibrio aunque para
ello no siempre hiciese lo que le pedían sino lo que entendía como más
conveniente. Él era quien hablaba con todos y a cada cual le daba los
consejos o recomendaciones pertinentes, era quien escuchaba los
lamentos, ponía oídos a las dudas, atemperaba los enfados y reducía los
calentones.
Blog sin más pretensión que la de poner un poco de orden en mi cabeza. Irán apareciendo los artículos que vaya publicando en diversos medios de comunicación y algunas reflexiones tomadas a vuelapluma. Aprovecharé para recopilar artículos publicados tiempo atrás.
lunes, 2 de noviembre de 2009
domingo, 1 de noviembre de 2009
SABER ESTAR, SABER LLEGAR
Los
más viejos del lugar recordamos a Pilar corriendo y recogiendo
medallas. Pareciera que toda su vida se hubiera encauzado a través del
atletismo cuando, en realidad, llegó a este deporte demasiado tarde para
lo que suele ser habitual y con la vida demasiado encauzada. Para
entonces se había licenciado en filología hispánica, trabajaba como
profesora de lengua y literatura, había cumplido los veintisiete y era
madre de dos hijos.
Diez
años antes, jugaba al baloncesto en el Medina SF a pesar de la
oposición de su padre que no veía ‘decente’ que una chica tan joven
viajase tanto. Con este club llegó a actuar en la primera división. Allí
estuvo hasta los 24 años aunque su periplo fue guadianesco: un año
jugaba, otro se apartaba de la competición por estar embarazada. Dejó
definitivamente el baloncesto cuando no consiguieron el ascenso a la
división de honor.
sábado, 31 de octubre de 2009
TIEMPO DE REBAJAS
Como las
golondrinas avisan de la pronta llegada de la primavera, los anuncios de
subvenciones nos indican la cercanía de unas elecciones. El caso es que de unos
meses a esta parte suenan acordes celestiales que luego no son más que ruido de
tambores. Dos mil quinientos euros por hijo, doscientos y pico mensuales para
los jóvenes que alquilen una vivienda... Guiños de cara a la galería pero que
no resisten el menor análisis desde la perspectiva de quienes apostamos por un
modelo socialmente más justo. En realidad, el método elegido, la subvención
directa, no garantiza la cobertura indispensable para que sea eficaz. Vayamos
por partes. Somos conscientes de que hay un problema de conciliación de la vida
laboral con la familiar, sabemos que para muchas madres y padres traer un hijo
al mundo les supone un quebranto económico. ¿Eso se soluciona con un cheque?
Rotundamente no. El dinero del estado tiene que ser invertido en la creación de
una red de escuelas infantiles, hoy prácticamente inexistente, que de cobertura
a los niños y niñas de 0 a 3 años. De esta forma estaríamos creando un modelo
que se puede mantener en el tiempo (no de una medida de gracia potestativa),
que repercutiría más en quien más lo necesita (los precios van en función de
los ingresos y la subvención es la misma para quien trabaja en precario que
para el dueño de un banco) y sería la fuente de un derecho social por fin
reconocido.
Por otro lado,
el problema de la vivienda en España es un mal enquistado. Se ha construido de
forma disparatada y los precios han alcanzado niveles de vértigo. Pero eso,
lejos de resolver algo o de ser el único problema, ha generado otro: miles de
viviendas vacías y miles de personas sin posibilidad de acceder a una de ellas,
ya no comprando, en alquiler. España es una rara avis en el concierto de los
países europeos. La relación entre compra y alquiler está equilibrada mientras
aquí, con menor poder adquisitivo, el número de personas que viven en alquiler
es absolutamente minoritario y está mal visto socialmente. Se habla de la
cultura española de la propiedad cuando en realidad la cultura es el poso que
queda tras años de hábito en unas prácticas. Si las rentas de un alquiler están
muy próximas a las letras de una hipoteca es razonable que la gente compre,
cuanto más se separen esos valores más personas optarán por alquilar. ¿Hay
alguna medida ensayada y contrastada? La respuesta es sí. La creación de un
parque de viviendas públicas de alquiler a precio tasado. Frente a esta
posibilidad el Gobierno decide subvencionar a los menores 30 años con una
cantidad fija (tanto da el nivel económico de estos jóvenes, como sus
necesidades de vivienda o la ciudad en la que vivan). Este tipo de medidas
repercuten de forma negativa en lo que, se supone, es el objetivo deseado:
lejos de facilitar el alquiler lo que
hace es incrementar el precio. Las personas de las edades subvencionadas no van
a notar mejoría alguna (se lo quedará el propietario de las viviendas) y los que
la sobrepasen tendrán que pagar más. Flaco favor, por ejemplo, a quien esto
suscribe. En materia de vivienda, intervenir sólo sobre la demanda permitiendo
que la oferta campe a sus anchas, es garantía de incremento de precios. pero
anunciarlo pomposamente en la tele reporta beneficios electorales.
Podría
extenderme con el acceso a la salud bucodental o a otras iniciativas de
diversos gobiernos de Comunidades autónomas pero en el fondo es reparar en el
mismo círculo. Cuando el estado tiene que garantizar derechos y tiene medios
para hacerlo debemos reprocharle las políticas timoratas que, a cambio de pan
para hoy, no ofrece garantías para mañana. Podría haber una cobertura pública
pero han decidido que los recursos públicos acaben en manos de las empresas
privadas. Vamos, que toman las partituras de Mozart, las arreglan como Luis
Cobos y suena lo que suena
jueves, 29 de octubre de 2009
TEJIENDO BRAZADAS
Buena
parte del camino entre la capital y Sardón discurre paralelo y
contracorriente a la línea de agua que es, a la par, el eje que vertebra
el campo de cigarras castellano y su excepción. Ese tramo adolescente
del Duero acompañó las fantasías de la niña que habría de hacer del
agua, troceada en ocho calles, la línea por la que transita su vida.
Esos escasos treinta kilómetros eran la frontera, una puerta entre la
jaula y la libertad que Henar Alonso-Pimentel franqueaba siempre que
estaba en su mano acudir al pueblo que adoraba. La niña Henar practicaba
todos los deportes porque todos le gustaban aunque lo suyo, creía, era
el baloncesto. Nada extraño para una chica tan alta y con tal
capacidad de coordinar, en la tierra y en el aire, los movimientos de
su cuerpo. Sin embargo, una prima le invitó a una piscina cubierta y el
agua, también, se enamoró de su sincronía. Tenía apenas diez años.
Poco después ganó una prueba de cincuenta metros mariposa. Parecía que
el noviazgo se consolidaba pero, como en toda historia de amor que se
precie, surgieron esas pruebas que rompen o cuajan una pareja. Una
neumonía rompe, durante un año, la incipiente relación. El señor
Alonso-Pimentel, por otra parte, no aprueba -ni impide, eso sí- la
decisión de su hija. Prefiere que se dedique a un deporte de equipo.
EL TRIENIO LITUANO
Fue
el momento en que el CB se quiso hacer grande y puso para ello el mejor
de los pilares: Arvydas Sabonis, junto a él fueron llegó Homicius al
que luego sustituyó Tikhonenko. Tres años duró el intento, un trienio en
el que, con Javier Casero al frente de la nave, el CB Valladolid
consiguió un sexto, un séptimo y un octavo puesto con unas excelentes
actuaciones de Reyes, hasta el punto de encontrar plaza en la selección
española en la que jugó ocho veces. Miguel Ángel lo quita valor ‘en
realidad jugué porque (el seleccionador Antonio) Díaz Miguel se aburría,
antes de que acabasen las eliminatorias finales llamaba a una selección
B y se pasaba el día entrenando.
Pero
la realidad volvía a imponerse a las expectativas, Sabonis fue a Madrid
y la plantilla se desmanteló. Miguel Ángel volvió a la capital pacense.
‘La oferta económica era muy buena y podía volver a casa ‘pero el
regreso no fue, al menos al principio, como lo hubiera deseado, fue el
peor año de mi carrera’. Estuvo allí dos años más, en el primero de
ellos consiguieron un hito en la historia del deporte cacereño, acabar
en el quinto lugar de la clasificación. En Cáceres comenzó a jugar de
tres (alero alto) siguiendo la estela de Andrés Jiménez ‘ahí te das
cuenta de que estás entre tres y cuarto y cuatro menos diez, te falta
cuerpo para ser un cuatro pero no tienes la destreza para ser un tres’.
De Cáceres fue a Vitoria, a un Tau que empezaba a ser lo que es.
Consiguió una Recopa de Europa (por mor de los enfrentamientos entre la
FIBA y la ULEB ese año se denominó Copa de Europa). En aquel equipo
lanzaba sus primeros tiros a canasta un barbilampiño Jorge Garbajosa.
Sin
salir del norte fue a Torrelavega, al Caja Cantabria. Se salvaron por
un punto de disputar el play-off por evitar el descenso pero ‘desde el
punto de vista deportivo fue mi mejor año’. El entrenador de ese año fue
un antiguo compañero en el Forum: Quino Salvo. Nueva escala en
Valladolid bajo el manto de Gustavo Aranzana. Terminada la temporada
99-00, Miguel Ángel emprende su última aventura, esta vez sus maletas
viajaron a León. El año empezó muy bien pero, a partir de una gripe no
volvió a ser el mismo ‘tenía molestias contínuas y estaba cansado y
cascado’. Lo dejó en este punto. Cierto es que jugó un mes más, fue en
Salamanca y por un compromiso adquirido.
Hoy,
después de trabajar tres años en el campo de las inversiones
artísticas, es el responsable comercial en Castilla y León y Cantabria
del Biotecnology Institut, una empresa que ofrece sistemas de implantes
dentales. El gusanillo del baloncesto lo mata jugando algún torneo de
veteranos. Junto con Mike Hansen y Mateu, pretenden crear un equipo de
veteranos del CB Valladolid.
Muchos
kilómetros, tantos que, ante la falta de raíces físicas, tuvo un
asiento más humano: se enamoró muy joven y Cuca, su mujer, le ha
acompañado en todas estas plazas ‘a cambio ahora vivimos en su ciudad,
en Palencia, me gusta porque es muy tranquila, me recuerda a Cáceres y
estamos a un paso de Valladolid’.
‘Tenemos
tres hijos, Alejandro tiene dieciséis años, Álvaro trece y el Alonso
seis’. Los dos primeros juegan al Baloncesto, el mayor ha estado esta
temporada en el equipo Junior del Baloncesto Valladolid y está muy
ilusionado porque hará la pretemporada en el primer equipo con Porfi
Fisac. Su hermano juega el infantil de CB Palencia y el pequeño, de
momento, da guerra en casa.
La descendencia de los Reyes de la estirpe de Miguel Ángel parece asegurada. Tendrán que seguir preparando maletas.
CUESTIÓN DE COJERAS
Sin que sirva de precedente les
voy a contar una anécdota personal. Llevaba varios años sufriendo algún
calambrazo en la rodilla, precisamente la izquierda. Una sensación incómoda y
molesta pero fugaz y asumible. No le di ninguna importancia ya que ocurría de
tanto en tanto, pasaban meses entre un ataque y otro, y duraba lo
suficientemente poco como para no incordiar mi ritmo de vida habitual.
Hasta este mes de marzo. Las
molestias persistían de forma continuada y decidí acudir a mi médico. De ahí al
traumatólogo quien, tras las pruebas pertinentes me planteó las ventajas y los
inconvenientes de una operación. Al final pensé que la artroscopia podía paliar
el problema y decidí que se llevase a cabo la citada intervención. Estaba ya en
la lista de espera.
Pasados unos días recibí una
llamada telefónica. Una señora, amablemente, me conminaba a acudir a dos
clínicas privadas que tienen un concierto con la sanidad pública. Sus
argumentos: lo harán tan bien como en el Clínico y le podrán operar en breve.
Cuando le mostré mi interés por ser atendido exclusivamente por la sanidad
pública le tornó la voz y me dijo, más áspera, que, si esa era mi elección,
tendría que esperar varios meses para que fuera posible. Bien, le dije,
esperaré. Está usted en su derecho, apostilló como si le hubiera dicho algo
incomprensible pero que ella no podía evitar. Vamos, como si, teniendo
billete de tren para ir a Cádiz, le hubiera planteado que mi decisión era
llegar caminando a la Tacita de Plata. Usted mismo, remató.
Me quedé con mal cuerpo. Y sin
entender nada. Si convenimos que la atención sanitaria es un derecho y los
poderes públicos se vanaglorian del sistema público de sanidad ¿cuál es la
trayectoria que ha facilitado al secuestro de alguno de los servicios por parte
de la privada? Me dirán, con razón, que el derecho sigue existiendo y que la
operación, en uno u otro sitio, se va a realizar. Cierto, pero me preocupa. Si
una clínica privada puede ofrecer un servicio que, posteriormente, la Junta le retribuiría
¿por qué no lo puede ofrecer directamente el SACYL? El centro privado tiene la
necesidad de presentar cuentas de resultados y el carácter de empresa les
obliga a obtener beneficios, los convenios que tienen con la Junta les producen dichos beneficios. Si ellos lo hacen ¿por qué no es la propia Junta la que invierte el
dinero que les paga a estos centros en mejorar la calidad de la atención?
Los conciertos sanitarios, como
los educativos, detraen dinero público –de todos- para fortalecer empresas
privadas y eso es un contrasentido dado que el fin de los impuestos es la
redistribución. Este tipo de prácticas fortalecen a los inversores privados al
ponernos a todos como clientes de sus empresas. Los centros públicos van
perdiendo peso y, como en todo fenómeno de erosión, se van debilitando las
bases sobre las que se asientan. En primer lugar las ideológicas: la
consciencia social del valor de un derecho. Posteriormente las económicas... y al
final resulta que se tomó esta decisión porque no había más remedio. Y nos quedamos sin dinero ni
capacidad de respuesta social contundente. Aún queda pero el camino ha
comenzado.
Sólo valoramos lo que tenemos
cuando lo necesitamos y cuando lo perdemos suele ser tarde para que la reacción
sea eficaz. Quizá falte en nuestra sociedad una “cultura de lo público”, una
mezcla entre la reclamación de un derecho y el uso correcto de éste. Para que
un servicio público sea eficiente es necesaria la complicidad de todos y, por
tanto, debemos usarlo de forma sensata, de esta forma todas las personas -al
menos las que no tenemos capacidad para afrontar las minutas de un centro
privado- nos beneficiaríamos.
La exigencia ha de ser máxima
pero mesurada. La privada podrá aportar un confort que es imposible, e injusto,
reclamar a la pública pero en las prestaciones no puede haber merma. Hay radica
el límite. Nuestra obligación, como ciudadanos es esperar lo que es razonable,
lo cual no implica callar cuando hay que esperar más de lo justo por una mala
gestión.
A ver hasta cuándo cojeo. A ver
si la sanidad pública refuerza sus piernas.
miércoles, 28 de octubre de 2009
ENTRE TRES Y CUARTO Y CUATRO MENOS DIEZ: MIGUEL ÁNGEL REYES
Los
deportistas de élite son árboles que arraigan en el aire. Tienen
siempre preparadas las maletas para trasladar su residencia de una
ciudad a otra, además, entre semana, su constante trajín les impide
asentar el día a día: Van, juegan, vuelven. Días duros dentro de años
intensos pero que merecen muy mucho la pena ‘lo que se siente en una
cancha es una experiencia que no se va a repetir en ninguna otra
actividad de tu vida, el placer de jugar no se puede comprar’.
A
Miguel Ángel Reyes se le iluminan los ojitos mientras va extrayendo
recuerdos del baúl. En su caso, este traqueteo le trajo a Valladolid
desde Cáceres. Sus doscientos y pico centímetros no pasaron inadvertidos
para los hermanos Moratinos y este chico que jugaba en el Colegio de
San Antonio se le abrieron las puertas a un sueño: el de ser profesional
del Baloncesto. Corría el año 1985. Un año después debutaba en la Liga
ACB, enfrente el OAR Ferrol del mítico Anicet Lavodrama. A pesar de lo
dicho, la incorporación al equipo profesional fue progresiva y hasta dos
temporadas después no se consideró jugador del primer equipo ni estuvo
seguro de que convertiría en profesión a su afición. Retrotraerse a esos
años es recordar a un cuarteto de pivots que siguen en la memoria de
cualquier buen aficionado: Silvano Bustos, Mike Phillips y el gran
Juanito de la Cruz, ‘del Lagarto me impresionó su ambición, podría
pensarse que venía con una carrera hecha pero tenía las ganas de un
juvenil’. En aquella época su entrenador era Mario Pesquera y recuerda
la enorme presión a la que se veían sometidos. Después llegó la corta
etapa de Pepe Laso, ‘sólo estuvo un año pero fue el mejor de mi carrera,
me dio plena confianza al igual que a otros jóvenes como Lalo García’.
CÓMO CREAR UNA ESCUELA SIN PROPONÉRSELO
El
azar es un chico travieso que disfruta cambiando la letra de los planes
bien trazados. Por eso, cuanto más cerrados los tengamos, más sencillo
lo tendrá. Manu Martín, salmantino de origen, se fue haciendo hombre en
Rentería. Jugaba al balonmano casi por obligación. A principios de los
setenta el fútbol era un monocultivo, había poco margen para otra cosa. A
pesar de ello, en Guipúzcoa, el Balonmano iba construyendo su propio
hueco. Varios colegios se empeñaron en sembrar contra la corriente
deportiva hegemónica. El Sagrado Corazón de Rentería era uno de esos y,
aunque le tiraba más el pie que la mano, el niño Manu tuvo que elegir
entre balonmano y balonmano. Eligió y no le fue mal.
Tras
despuntar en el colegio se incorporó al J.D.Arrate de Eibar en el que
se terminó de formar como jugador. Sus planes le llevaban a estudiar
INEF y seguir haciendo carrera en su tierra de adopción que, en
realidad, era ya la suya. Pero se le cruzó la mili. Iba a ser un año de
paréntesis mientras esperaba la plaza en el INEF y, después, vuelta a la
normalidad. Primera parada León. Maniobras y espera de destino. José
Carlos Muñoz aparece entonces en su vida. Le convence para que juegue en
el recién nacido ACD Michelin. Suponía bajar una categoría pero existía
un proyecto, una idea, un sueño que, con quebrantos, dura hasta hoy.
Manu Martín es uno de sus cimientos. Vino a Valladolid, sólo quien viene
de fuera sabe lo duros que suelen ser los primeros pasos en esta
ciudad, para completar la dichosa mili e hizo escuela y vida. El equipo
ascendió a la máxima categoría y pospuso la vuelta. Lo merecían, dice en
dos palabras que resumen causa y efecto: la fuerza del colectivo
permitió el logro y el logro reforzó al colectivo. Lo merecían los
gestores del club, lo merecían sus compañeros, lo merecía él mismo y
siguió un año más a pesar de los esfuerzos de Juancho Villarreal por
llevarle de nuevo a Guipúzcoa, al Bidasoa de Irún.
jueves, 1 de octubre de 2009
¡CÓMO ESTÁ LA ARISTOCRACIA!
Cuentan las malas lenguas
apócrifas que una cena (probablemente en los postres de otra cumbre
iberoamericana) el expresidente argentino Carlos Ménem se levantó y espetó a
sus colegas: ¿Saben ustedes por qué Estados Unidos es el único país de toda
América en el que no se ha producido un golpe de estado? Ante el silencioso
estupor de la concurrencia, Ménen risotada en ristre, clamó: ¡Porque no tienen
embajada de Estados Unidos!
José María Aznar, años depués, con
el tic de los acomplejados, se ufanaba de haberse alistado (alistado de ponerse
en la lista, no de hacerse listo) en el club de los que mandaban, lo que es un
eufemismo. Se arrastró ante el que de verdad impone su poder a cambio del sueño
del secuaz: fumar unos puros en compañía del jefe y poder hacerse unas fotos
con los pies en su mesa. Como todos los que se vanaglorian de colaborar con los
matones, olvidó que la imposición por la fuerza, poder duro lo llaman, es
limitada en el tiempo y se parece mucho
a un boomerang. Boomerang que, en su
retorno al punto de origen, nos golpeó a todos y a él le dejo sin gobierno y
con un prurito de rencor, un reconcomio justiciero que le dura hasta hoy. En el
entretanto de su gobierno, como veía a un hombre poderoso al mirarse al espejo,
comprendió que los confines de España le quedaban muy cerca y él aspiraba a
más. Los enemigos de su amigo eran sus enemigos y puso parte de su empeño en
derrocar a un presidente de otro país. Vocazas o fanfarrón pero presidente
electo en varios procesos en los que se dieron todas las garantías (hubo
control de los procesos electorales por instituciones internacionales). Lo que
dicen las hemerotecas es que el gobierno español apoyó ese fallido golpe de
estado. Estados Unidos tenía la embajada temida por Ménem y Aznar hizo de la
española un adosado.
Tras años
criticando a los nacionalismos periféricos hemos descubierto que el
nacionalismo identitario español vive. Parte de la sociedad española se ha
envuelto en ese difuso mensaje de superioridad que regodea a todo nacionalista
y le conduce a apoyar lo propio sin racionalidad ninguna. El PP ha sembrado sin
descanso este nacionalismo porque son sabedores de que la siega les será propicia.
Políticamente para su partido y económicamente para los suyos por que el nacionalismo
es un artefacto cultural inventado, utopías compensatorias de las frustraciones
de las clases populares, propuestas por élites que obtenían de ello beneficios (pág
16, Mater Dolorosa, Álvarez Junco). El PSOE, ante el temor a perder
votos, en vez de contrarrestar un discurso falaz y dañino, ha optado por competir en la carrera de falso
patriotismo. Como todo nacionalismo, el español, se alimenta de mitos y uno de
ellos asume que los diversos pueblos de la América de habla hispana tienen una
deuda permanente de gratitud con nosotros y que hemos de tutelar lo que allí
ocurre para que su discurrir sea en nuestro propio beneficio. Son, así vistos,
estados menores de edad, repúblicas bananeras.
Y en estas otra Cumbre
Iberoamericana. Un presidente, el venezolano, torpe en la medida de los tiempos, cuestiona la labor de Aznar. A deshora y en exceso. Una mesa encargada de
dirigir la reunión. Y un jefe de estado no electo, a sus aristocráticas
maneras, entra en ebullición. Soberbio, pendenciero, maleducado, fuera de sí.
Ordena callar a otro jefe de estado (repito, éste sí, electo). Y los corifeos
unánimemente claman que que eso es defender a España que estaba siendo atacada.
Vuelta al nacionalismo, a tomar la parte por el todo. Criticar a J.M. Aznar no
es criticar a España, más si la crítica se ceba en un hecho real, criticar a
las empresas multinacionales de matriz española no es criticar a España, porque
el capital no tiene más patria que el propio beneficio de los dueños y en base
a tal beneficio actúan a su antojo y sin miramientos despojando a los más débiles
de lo poco que les queda.
Yo no me sentí defendido por el
ataque testicular del señor Borbón. Más nos valdría ser conscientes de que algo se mueve en América Central y del Sur.
Quizá tardemos en darnos cuenta de que aunque nos autoproclamemos madre patria
ellos han crecido lejos y tienen vida
propia y a sus jefes de estado los pueden votar o botar. Al de aquí no le podemos
votar.
Coda 1: Volvemos a J.M. Aznar.
Visitó Valladolid la semana pasada y su encuentro con el alcalde de la ciudad
dejó otra perla para la historia. El alcalde le vino a decir, con esa media
sonrisa que se le pone ante su valedor, que estuviera tranquilo, que en
Valladolid lo tenía todo controlado. Así
estamos y esa es su mentalidad. Vasallaje.
Coda 2: Volvemos al nacionalismo
del PP. Asamblea de la FEMP. Propone a su candidata para presidir el foro de
los municipios. Su nombre: Regina Otaola, la alcaldesa con menor número de
votos del mundo. Su mérito, ser alcaldesa de un municipio vasco donde el 90% de
los habitantes no pueden votar porque su opción política defiende la
independencia. Pero en esta maraña no se diferencia la opinión del delito. En
esa situación hay que reconocer el valor de la señora Otaola pero su
representación es un fraude.
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