lunes, 21 de octubre de 2013

ÁLVARO, HAZLO ANDAR

Cuentan los que de la cabeza entienden, si es que de ese adorno que remata el cuello entiende alguien, que uno de sus mecanismos internos sirve para que nos evadamos de la realidad cuando esta nos presenta un panorama desolador. Así andaba la mía viendo el partido de ayer, buscando la evasión por el doble camino que niega la realidad: zigzagueando para no ver lo que ocurría y recreando universos paralelos. Recordaba el homenaje de los futbolistas del Pucela a Sisi (historia del Valladolid) y, a la par, me preguntaba qué tiene que ocurrir (o qué pasa) con la cantera (lo que debiera ser el futuro) para que, estando lesionado (eso dicen) el mediapunta con los galones de titular y con una lesión el llamado a sustituirle, el puesto sea encomendado a un jugador dotado para otros menesteres. 

jueves, 10 de octubre de 2013

EL MINUTO DE GLORIA

El vacío ocupa cada vez más espacio. Lo aparente se consolida como alternativa a la realidad. Las cosas dejaron de ser lo que eran para convertirse en lo que parecen ser. Se cuenta que Arquímedes afirmó que con un punto de apoyo sería capaz de mover el mundo. Un punto de apoyo, un fulcro, un algo que multiplique la fuerza ejercida. No hay nada más ineficaz que aplicar fuerza sobre una palanca sin sustento, apoyarla en ese vacío que se abre campo. Se dilapida el esfuerzo propio y se corre el riesgo de dar con la barra de la palanca a quien está al lado.

domingo, 6 de octubre de 2013

NI LA ILUSIÓN QUEDA

Mete la mano en el bolsillo con la triste esperanza de que haya alguna monedilla desnortada en el fondo, algún miserable euro extraviado con el que poder decir que sí al vendedor de los cupones. Lo hacemos casi como recurso porque sabemos que el bolsillo esta roto, que aunque hubiera estado allí, siquiera por un despiste, ya nos habría abandonado. Bien, pues no sabiendo ni cómo ni por qué, esta vez la mano dentro del bolso intuye que algo metálico y circular se ha quedado enganchado entre los hilillos del roto. Una sonrisa, un atisbo de ella, es la única respuesta a la sorpresa. Con esa pinza que se recrea entre el pulgar y el índice, y que en su sencillez esconde una de las claves de la evolución de los humanos, levanta la moneda de la misma manera que el sacerdote exhibe la forma después de consagrar.

viernes, 4 de octubre de 2013

LLÁMALE JUAN

Escribí este artículo en 2004, la vergüenza de lo que ha ocurrido en Lampedusa me lo ha traído de nuevo a la mente. Los muertos de Lampedusa son nuestros muertos, esta vez nos ha estremecido por su magnitud como un chaparrón en una tarde de verano, pero son ya muchos años en los que no ha dejado de llover aunque sea finamente.


La Tierra es Tierra y gira alrededor del Sol. El hambre es hambre y su dueño recobra su dignidad rebelándose ante él. Las decisiones de un hambriento no pueden ser juzgadas, son y punto. En otros momentos esas hambrunas parieron revueltas que gestaron revoluciones que segaron el cuello de reyes entretenidos en sus guerras, eran épocas en que la extrema pobreza y la riqueza extrema convivían en la misma plaza, a cuatro metros de La Bastilla. Los reyes siguen entretenidos en sus guerras, pero sus cuellos gozan de inmunidad, los estómagos estáticos vagan a muchos kilómetros con la única esperanza de ingresar en nuestros castillos de prosperidad. Vienen, los que pueden, porque el neón de nuestras calles anuncia lujo como la luz roja a un lado de la carretera pregona sexo a precio tasado. Retan a la contingente muerte del estrecho porque huyen de la muerte inexorable. Pero no todos superan el reto y el estrecho de nuestra estrecha mente, de nuestro estrecho desarrollo, se cobra su diezmo en vidas. El mar se empeña en mostrarnos los rostros de algunos, unas horas atrás jóvenes, escupiéndolos en nuestras jetas. Veo sus fotos y recuerdo que hace no mucho los emigrantes se llamaban Juan, Luis, Antonio, Miguel... Miro sus caras, les llamo Juan, Luis, Antonio, Miguel... lloro y siento que nuestra dignidad exige rebelarnos de una puta vez.

Publicado en "El Día de Valladolid" en junio de 2004

jueves, 3 de octubre de 2013

UN PALO


Los dulces, además de no amargar a nadie, aportan grandes dosis de energía al cuerpo que los ingiere. Por ello, y por su facilidad para ser transportados, nunca faltaban en el equipaje de nuestros andarines primeros antepasados. Con un poco de miel y la pulpa de la fruta tenían materia prima más que suficiente. El hallazgo de la caña de azúcar abrió una nueva era en las artes de la repostería, hasta el punto de que su nombre en latín ha llegado hasta nuestros días, canna melis, caramelo. Estas pequeñas golosinas no se fabricaron de forma industrial hasta mediados del siglo XIX, eso ocurrió, como no, en USA. El genio hispano no falta en esta pequeña historia: en 1958, Enric Bernat clavó un palo en lo ya inventado, había nacido el chupachups

sábado, 28 de septiembre de 2013

EL PUCELA CREE

En la ‘Fábula de los tres hermanos’, Silvio Rodríguez se refiere sucintamente a la forma con que tres jóvenes abordan sus caminos vitales con objetivos que nunca terminan por conseguir. Del mediano dice que ‘para nunca equivocarse o errar, iba despierto y bien atento al horizonte pero no podía ver la piedra, el hoyo que vencía a su pie y revolcado siempre se la pasó'. Así era la Teología y ese parecía ser su destino, buscar a un hipotético Dios mirando al horizonte desdeñando la realidad. En el siglo XVI, un grupo de profesores de distintas universiades españolas y portuguesas, agrupados bajo el epígrafe de Escuela de Salamanca por la influecia de Francisco de Vitoria, pretenden bajar la mirada al suelo sin despegarla del cielo, aunar la filosofía humanista que florecía en el norte de Europa con la teología tomista más arraigada en la península.

sábado, 21 de septiembre de 2013

Programa "Espacio Abierto" de Radio Televisión Castilla y León


Intervención de Joaquín Robledo en el debate sobre el Toro de la Vega en el programa "Espacio Abierto" de Radio de Televisión Castilla y León, el 19/09/2013.


jueves, 19 de septiembre de 2013

CONTARLA PARA VIVIR

Como el gallo que canta en cuanto detecta el primer rayo de luz, Luis Miguel Dominguín se levanta presto de la cama ansiando encontrar a alguno de sus amigos. Ella, Ava Gardner, el animal más bello del mundo, se revuelve entre las sábanas, le busca con la mirada difusa de quien se despierta antes de lo previsto, y le pregunta que a dónde va con tanta prisa. Él, con la sonrisa fanfarrona del cazador que cree haber abatido una pieza única, responde: '¿Dónde voy a ir?, ¡a contarlo!'. Al fin y al cabo, el mundo de las apariencias es tan viejo como el propio mundo. Parece que produce menos placer conseguir algo que hacerlo saber o, incluso, que se crea que lo hemos hecho sin que ello sea cierto o sin contar cómo.
En el deporte de élite se alcanza la gloria con el triunfo, pero la leyenda consiste en llegar un poco más allá, en superar barreras que nunca antes se superaron, en traspasar límites. Christopher Horner consiguió lo primero venciendo en la Vuelta Ciclista a España y entró en el segundo listado al hacerlo con casi cuarenta y dos tacos. Admirable de no ser porque su logro está envuelto por la turba de esa sospecha que rodea a todo lo relacionado con el ciclismo: el dopaje.

martes, 17 de septiembre de 2013

NO DEBE HABER

En la comarca de Las Merindades la Cordillera Cantábrica va dejando de ser para convertirse en páramo, podríamos decir que ese territorio es la puerta burgalesa de la meseta, la entrada a esa Castilla que, como escribiera Antonio Machado, es ancha y plana como el pecho de un varón. Allí, al norte, mirando con un ojo a Cantabria y con el otro al País Vasco, sigue en pie uno de esos pueblos con más historia que habitantes: Espinosa de los Monteros. Un pueblo cuyo nombre se asignó a uno de los cuerpos de la Guardia Real, el encargado de la custodia nocturna de las alcobas de los monarcas castellanos. La razón hay que buscarla mil años atrás. Cuentan que en aquel momento el conde Sancho García heredó de su padre el gobierno de Castilla. Doña Aba, su madre,  acordó con un caudillo musulmán, conspiraron (quizá conspirar solo sea un eufemismo) y urdieron un plan para traicionar al conde. Una dama de compañía de Doña Aba conoció las intenciones de esta y, lejos de mantener el silencio por el que le pagaban, decidió traicionar a la traidora. La dama le contó a su marido, mayordomo real y natural de Espinosa de los Monteros, la confidencia que había escuchado y este le fue con el cuento a Sancho García, quien, de esta forma, pudo abortar el magnicidio y continuar en el trono. El conde, agradecido por el gesto, se dirigió al hombre: «Leal me fuiste, Sancho Peláez. Desde ahora guardarás mi sueño. Y que guarden también los hijos de Espinosa en los siglos venideros el sueño de todos los monarcas que Castilla tenga».