Desde la época de
la República romana, los investigadores buscan pistas para esclarecer cualquier
delito preguntándose quién es el beneficiario de tal crimen, el famoso ‘Cui
prodest’. Este mismo principio del derecho romano cabe extenderlo más allá de
la investigación criminalística, por ejemplo a lo que rodea a la propia
investigación. En torno a cincuenta personas pertenecientes a colectivos
anarquistas han sido detenidas en días pasados. En diciembre otro tanto de lo
mismo. ¿La acusación? Pertenencia a organizaciones criminales con fines
terroristas. ¿Las pruebas? Estamos a la espera.
Blog sin más pretensión que la de poner un poco de orden en mi cabeza. Irán apareciendo los artículos que vaya publicando en diversos medios de comunicación y algunas reflexiones tomadas a vuelapluma. Aprovecharé para recopilar artículos publicados tiempo atrás.
jueves, 9 de abril de 2015
domingo, 5 de abril de 2015
CARAS Y CULOS
Según marcaba la costumbre, los soldados encargados de llevar a cabo cada crucifixión se habían de repartir las ropas del reo ajusticiado. De esta manera, los cuatro que participaron en la de Jesús, cuando hubieron concluido su labor, se dividieron las pertenencias del que ya colgaba en el madero. Pero en el momento en que tuvieron la túnica entre manos comprobaron que no tenía costuras y que romperla en cuatro trozos no era la mejor idea, por lo que decidieron sortearla. A ese hecho que relata Juan en su Evangelio se agarra una de las tradiciones que ha llegado a nuestros días: los juegos de apuestas vinculados socialmente a la Semana Santa. Hasta tal punto que, la misma actividad que podría ser sancionada cualquier día del resto del año, está perfectamente legalizada durante estas fechas. Así, entre procesión y procesión, multitudes de personas se agolpan en torno a una mesa para jugar a los borregos o se reúnen en corros para lanzar las chapas con el beneplácito de las autoridades, ya sean estas competentes o todo lo contrario.
miércoles, 1 de abril de 2015
EL IGNOTO CEREBRO
Nuestras cabezas
pueden ser armas de destrucción. En ese amasijo formado por millones de
neuronas interconectadas que es nuestro cerebro, reside el misterio más
indescifrable: la naturaleza del ser humano, la de todos y la específica de
cada uno. Podemos saber cosillas, incluso intuir otras de mayor alcance, pero
hasta un punto, a partir de ahí empieza el vacío. Averiguar cuáles son los
estímulos y cuáles las reacciones, las relaciones entre unos y otras, sigue
siendo un pozo insondable incluso para los profesionales del asunto. Se
estudia, se investiga, se experimenta, se avanza, pero lo que se conoce sigue
siendo del tamaño de un alfiler comparado con el inmenso mundo de lo ignoto.
Una de las formas de ir anclando lo poco que se sabe es agrupando realidades
bajo los límites de las palabras.
domingo, 29 de marzo de 2015
OTRO BORRÓN
El 28 de marzo es el cordón que ata dos cumbres de la poesía, de esa que, de tanta verdad, de tanto conocimiento de las pasiones humanas, rasca las entrañas. La fecha también anuda la vida con la muerte, los límites de ese breve espacio de tiempo comprimido entre dos silencios absolutos que es la vida. Un 28 de marzo de hace quinientos años nacía Teresa de Cepeda y Ahumada; otro más reciente, de solo hace setenta y tres, moría Miguel Hernández. Dos figuras que, además de sus versos, fueron capaces de transmitir la fuerza que parte de la convicción de los valores en los que creían, el arrojo para enfrentarse a los poderes de sus respectivos tiempos y la determinación para seguir el camino elegido por duro que este fuera sin sucumbir ante la posibilidad de atajar por otras rutas menos complejas. Pues bien, en esta fecha no pedíamos versos imperecederos al Real Valladolid, nos conformábamos con unas líneas de buena prosa y unos pocos de aquellos valores: algo de convicción en su capacidad, una ración de arrojo para enfrentarse a las vicisitudes de un encuentro de fútbol y un pedacito de determinación para mantener una propuesta y defenderla hasta el final. Pues en vez de eso, un borrón. Ni siquiera tuvo la capacidad de rebelarse ante la adversidad que se escribió en el primer minuto cuando, sin haberse acomodado en el terreno, ya había recibido un gol. El resto del tiempo fue un canto a la angustia y a la incapacidad. La angustia por un tiempo que, según se iba, parecía obligar a los blanquivioletas a marcar el segundo gol antes de haber metido el primero y la incapacidad para rectificar aquel renglón torcido. Entre medias, Samu y Keko (sí, aquel juvenil que anduvo un tiempo por aquí), dos chavales del desahuciado Alba, ofrecieron un curso de clase y desparpajo. Desarbolaron cuando quisieron todas las líneas pucelanas. La única respuesta fue renegar del juego habitual y rezar para que el corparrón de Tulio sirviese de faro.
jueves, 26 de marzo de 2015
EN EL MOMENTO PRECISO
Parecía que estaban
ahí como aletargados; todo lo más, preocupados por guardar su viña catalana,
pero en realidad vigilaban, estaban al acecho esperando el momento propicio
para saltar sobre su presa. No es fácil acertar con ese instante preciso que
garantiza el éxito de la operación. A veces las prisas te impelen a saltar un
poco antes de tiempo y cerca de la línea de meta se agotan las fuerzas; otras
veces, por esperar demasiado, el enemigo tiene tiempo para rearmarse y, cuando
pretendes arrancar, él ya ha llegado. Ciudadanos, con un reloj que ni adelanta,
ni atrasa, ha atacado a la hora en punto. Así, a la chita callando, se han
hecho un hueco en Andalucía que les permitirá uno mayor en lo que aún queda por
repartir en este año de elección tras elección.
No tuvieron prisa,
pudieron haber buscado el espacio tiempo atrás, sabían que en esta sociedad se
estaba larvando el germen del descontento, ese que lleva a desacreditar a todo
lo que huela a pasado e invita a creer en cualquier cosa a la que se pueda
aplicar la palabra nuevo. Pero esperaron a que otros les hicieran el trabajo
sucio. Esos otros llegaron. Los que llamaron círculos a las circunferencias lo iban haciendo. Ciudadanos permanecía agazapado, aún era
pronto.
lunes, 23 de marzo de 2015
CAJÓN DE EXCUSAS
Vuelves a casa con las orejas gachas. Podrías, piensas, abrir el baúl de las excusas. En él, sabes, se guarda un catálogo de coartadas, de lugares comunes con los cuales puedes hacer frente a la realidad. No es nada nuevo, los hechos son incuestionables, pero no así las interpretaciones. Hay margen, crees, para explicar lo ocurrido de alguna manera tal que la responsabilidad se sitúe en otro punto distinto a ti mismo. Otras veces los has hecho así y terminó ocurriendo como tú querías. El viento, el estado del campo, el árbitro, la segunda división. Otras veces lo has hecho así y recibiste una palmada de consuelo, una sonrisa de complicidad, una palabra de ánimo. Todo se apagó como si el fuego nunca hubiese ocurrido. Los aficionados de tu equipo, como los seguidores de cualquier colectivo, se vuelven acríticos, siempre parecen dispuestos a colocar en el centro del debate la excusa que tú sacaste a colación.
jueves, 19 de marzo de 2015
ENTRE AMBAS AGUAS
En poco más un de un mes, el
calendario marcará la fecha de la fiesta de esta comunidad incolora; en poco
más de dos, las urnas se abrirán para certificar la continuidad de su gobierno
inodoro e insípido. Castilla y León, que así se llama esta cosa, es un mal
agregado de provincias que se miran de reojo, nueve fracciones que nunca
creyeron –ni quisieron- formar parte un todo. Solo les une el aire, un aire que
huele a añoranza de tiempos amortajados en los libros de historia, a viejas
melancolías producidas por las ensoñaciones de un futuro que nunca fue. Unas
tierras que, pese a ser estas que pisamos, resultan lejanas, inexistentes,
incluso para las aspiraciones o las quejas. Cuando uno escucha Castilla y León
desenchufa directamente las neuronas y espera que la conversación escampe.
Existe la provincia porque uno es de allí y existe España porque todos somos
parte. Hasta los cabreos eluden a la comunidad. Pueden estar en entredicho los
alcaldes antipáticos o los que parecen menos honrados; a los miembros del
gobierno central no les dejan de pitar los oídos por la cantidad de veces que
se mientan a sus madres, pero entre ambas aguas, nada.
domingo, 15 de marzo de 2015
EL PUCELA LÍQUIDO
Son ya varios los siglos que el capitalismo lleva envolviendo nuestras formas de vida. Tanto tiempo que es estúpido pretender analizarlo como si fuese una foto fija, como haría un entomólogo con cualquiera de sus insectos. Existen características intrínsecas que ni se han modificado ni lo harán, así pasen mil años. Pero otras sí. El capitalismo evoluciona y se adapta a las distintas situaciones que le imponen los distintos tiempos en los que se ha desarrollado y los diversos espacios en los que se ha ido implantando. El sociólogo polaco Zygmunt Bauman es uno de los autores que ha intentado abordar ese estudio con la pretensión de comprender mejor el momento en el que nos encontramos. Señala Bauman que una de las evoluciones notables es que la modernidad capitalista nos ha llevado hacia un exacerbado individualismo. Fruto de este proceso es el debilitamiento de los vínculos humanos que ahora son más débiles que antaño. Todo es más transitorio, más pasajero, los mercados se desregulan, se liberalizan y todo parece volátil, todo está en movimiento. El humano, en estas condiciones, se siente acorralado por su propia angustia, escondido bajo el manto de su propio miedo. La sociedad sólida de la que hablan nuestros padres es ya eso: relatos de un pasado que podremos contar a nuestros hijos. Hemos completado el tránsito a una sociedad sin certezas. Bauman, en hábil metáfora, la bautizó como la de la ‘modernidad líquida’
sábado, 14 de marzo de 2015
EL VIEJO TONTO QUE REMOVIÓ LAS MONTAÑAS
“Si hay hombres
que contienen un alma sin fronteras,
una esparcida frente de mundiales cabellos,
cubierta de horizontes, barcos y cordilleras,
con arena y con nieve, tú eres uno de aquellos”.
Al soldado internacional caído en España
Miguel Hernández
La primera foto fue tomada en la primera mitad de la
década de los setenta. Un chaval que no ha cumplido los
veinte años se incorpora a la Joven Guardia Roja, la rama juvenil del
Partido Comunista de España (Internacional) que poco después cambiaría su nombre
por el de Partido del Trabajo. En su cara se refleja el entusiasmo, podemos ver
como levanta la vista convencido de encontrar más adelante una tierra en que
pone libertad. La segunda tiene apenas mes y medio, está tomada de noche. El
protagonista es aquel mismo chaval y aparece hablando con idéntico entusiasmo.
En sus ojos se refleja una emoción que se transmite por todo su cuerpo y a su
vez la transmite al pequeño grupo de gente que le rodea. Acababa de conocerse
el resultado de las elecciones legislativas en Grecia y de saberse que la
coalición de izquierdas había conseguido mayoría suficiente para formar
gobierno. Pero aunque el brillo en los ojos de Miguel Ángel Blanco sea idéntico
en ambas fotografías, aunque el entusiasmo permaneciese, a pesar de seguir
siendo capaz de emocionar y de emocionarse, las fuerzas ya no eran las mismas. A
pesar de ello, seguiría cavando hasta el último aliento, sin cejar en su
decisión primera, como en el protagonista de aquella antigua fábula china que
reseñara Mao titulada “El viejo tonto que removió las montañas”. Miguel Ángel,
aquel chaval, sabía de sobra que había removido mucha tierra, que desearía
remover toda, pero que no el tiempo se le agotaba. No era excusa, él siguió
hasta el último instante porque un revolucionario no tiene miedo a nada ni a
nadie.
Los ochenta fueron los años del activismo social, de
aspiraciones de cambio que luego resultarían frustradas, de creación de
colectivos que miraran el mundo de forma global, que denunciaran lo injusto del
sistema económico apuntando a sus causas y tratando, en la medida de lo
posible, de paliar algunas de sus consecuencias, fueron los años de las luchas
antimilitaristas del “OTAN no, bases fuera” que supuso el punto de partida de
Izquierda Unida. Pues Miguel Ángel, por una parte, milita en esta organización
política, es el responsable del área de Paz y Solidaridad, forma parte del
Consejo Político Federal. Por la otra, participa en la creación del ARSA (Asamblea antimilitarista SA) o de la Asamblea Pacifista desde la que organizan los proyectos de solidaridad " 1.000.000 de Lápices para
Nicaragua" y la campaña "Barco por la Paz para Nicaragua". Una
campaña que no elige Nicaragua por que sí: el país centroamericano, su revolución
sandinista, la última de las revoluciones, estaba en el punto de mira del poder
imperial que no podía permitirse que a cuatro pasos de sus puertas, en lo que
siempre había considerado su patio trasero, brotase el germen de una nueva
sociedad. En ese contexto, con los primeros acuerdos de paz
suscritos por los cancilleres centroamericanos en Esquipulas sobre la mesa, el
“Barco por la Paz” fue un símbolo del apoyo político a las gestiones
pacificadoras del gobierno nicaragüense que zarpó con la vocación de defender
el derecho a la Paz y el Desarrollo de los pueblos del
(entonces llamado) Tercer Mundo. En
las bodegas, el barco transportó los materiales necesarios para la
supervivencia de los más elementales planes de asistencia sanitaria, educativa…
Porque la paz, sin desarrollo, es una cáscara hueca. Porque el desarrollo es
imprescindible para que los planes de paz tengan viabilidad.
Los años noventa son
los del desencanto social, los del adormecimiento, los de la desmemoria con respecto
al pasado y la ceguera ante lo que ocurría un poco más allá de nuestras
narices. Pero también son los años de las acampadas del 0,7, del despertar de
una parte de la sociedad, de las huelgas generales en las que Miguel Ángel
participó activamente enarbolando la bandera del sindicalismo de clase, una
bandera irrenunciable que defendió desde CCOO hasta el último día. Fueron
también los años de la primera Guerra del Golfo y de la respuesta en forma de
movilizaciones sociales. Miguel Ángel y la Asamblea Pacifista estuvieron entre
los impulsores de los movimientos de repulsa y de ahí surge el fuego que le
permite imaginar, proponer e impulsar lo que fue su gran legado, la Asamblea de
Cooperación por la Paz. Una organización que es social y es política si es que
ambas cosas pueden separarse. Un proyecto que mira al mundo de forma global y
extiende su actividad por Oriente Medio, Centroamérica, Caribe, Colombia, por
el Magreb y África Occidental, con el mismo anhelo que el joven Miguel Ángel de
la primera fotografía: la defensa de un mundo más justo y más igualitario y con
el mismo brillo en los ojos del Miguel Ángel ya enfermo de la segunda: el del
viejo tonto que remueve montañas. Una organización que carecería de sentido si
en su labor no se hubiera encontrado con otras gentes, de aquellos lugares en
los que trabaja, que luchan en pos del mismo sueño emancipatorio a través de
organizaciones sociales hermanas.
Una organización que
hubiera sido irrealizable sin su presencia constante, un proyecto ahora
huérfano que se ve obligado a imaginar cómo será la vida sin su fundador y su
espíritu, sin Miguel Ángel. Pero se la imaginará porque Asamblea de Cooperación
por la Paz ya es mayor de edad y tiene preparación suficiente para emprender
ese camino, para continuar por ese camino de ‘los principios’ tan bien trazado.
Al fin y al cabo, el propio Miguel Ángel inculcó el mismo espíritu del viejo
tonto de la fábula: “…después que yo muera, seguirán mis hijos; cuando ellos mueran,
quedarán mis nietos, y luego sus hijos y los hijos de sus hijos, y así
indefinidamente”. Asamblea de Cooperación por la Paz cuenta con una ventaja: la
fuerza del recuerdo, el recuerdo de la fuerza, de “aquella voz tendida que Miguel
Ángel hizo corazón”*.
*Adaptación de un verso de Adolfo Burriel del poema “Es el tiempo" escrito para Miguel Ángel Blanco.
Reseña para el boletín de ACPP: http://acpp.com/newsletter/febrero2015/
Reseña para "El País":
http://politica.elpais.com/politica/2015/03/27/actualidad/1427412056_166562.html
Reseña para "El País":
http://politica.elpais.com/politica/2015/03/27/actualidad/1427412056_166562.html
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