Faltan días para
que, de nuevo, pero con una mayor variedad de pistas, se abra el circo.
Acróbatas, contorsionistas, funámbulos, malabaristas, trapecistas, magos, fieras
con los colmillos limados y algún que otro payaso, irán apareciendo
paulatinamente para hacernos disfrutar a niños y mayores. No en vano cada
número se habrá ideado y ensayado pensando en la idiosincrasia del público. El día
del comienzo de la vorágine electoral está a la vuelta de la esquina, a partir
del domingo asistiremos al mayor espectáculo del mundo. Pero como no hay santo
sin novena, ya hemos tenido un preámbulo en Andalucía. Allí, la presidenta
decidió por su cuenta y riesgo adelantar la fecha correspondiente. La razón,
elegir el momento en que pensaba que (ella y solamente ella) saldría mejor
parada. Dos meses después y pese a su buen resultado, sigue sin haber sido
capaz de conseguir los apoyos parlamentarios suficientes para revalidar el
cargo. Viendo la actitud del resto de los grupos políticos, podemos dibujar un
mapa perfecto de lo que se va a repetir multiplicado por cien. Pactar está
prohibido. Nadie parece dispuesto a nada que pueda poner en riesgo metas
mayores. Se ha desprestigiado tanto la política que la fotografía de dos
sentados en la misma mesa se ha convertido en la imagen del cambalache, que la
firma de un acuerdo es el sinónimo del verbo repartir, que asimilamos política
a politiqueo. Lo malo es que, en España, puede ser cierto. Mejor estirar la
goma hasta que se rompa, aunque, de rebote, nos golpee en la nariz. Faltan
políticos de altura, personas que asuman el desgaste que supone el acuerdo,
entendiendo que es preferible este al aplauso vacío, a las frases huecas, a las
declaraciones altisonantes de principios que sirven de escudo para guarecerse.
Blog sin más pretensión que la de poner un poco de orden en mi cabeza. Irán apareciendo los artículos que vaya publicando en diversos medios de comunicación y algunas reflexiones tomadas a vuelapluma. Aprovecharé para recopilar artículos publicados tiempo atrás.
jueves, 21 de mayo de 2015
miércoles, 20 de mayo de 2015
DE FIESTA O A REZAR
Faltaba poco para el amanecer cuando se cruzaron los dos grupos. El primero estaba formado por chicos y chicas que apenas sobrepasaban la veintena. Caminaban de forma desacompasada, alguno avanzaba de más, otro se rezagaba; apenas levantaban los pies del suelo, como si fueran presos arrastrando cadenas. Regresaban a sus casas o a picar algo en algún bar recién abierto, la noche había sido larga. Los del segundo les triplicaban la edad, y eso siendo generosos. Su andar mostraba un aire casi marcial: más que caminar, desfilaban. Aceleraban el paso porque las campanas del reloj de la iglesia estaban a punto de dar las siete y con el último tañido habría de comenzar el rezo del ‘Ángelus’ con el que se iniciaba el Rosario de la Aurora. No querían llegar tarde.
domingo, 17 de mayo de 2015
MEJOR NO MORIR DE VIEJO
Conseguir algo no suele ser cosa fácil, que lo conseguido no se evapore acostumbra a ser más difícil aún. Una de las razones de esta segunda dificultad tiene que ver con la falta de precaución ante ese riesgo, ya que, una vez logrado algo, tendemos a pensar que ya está todo hecho y nos acostumbramos a vivir como si el logro hubiera llegado para quedarse, como si fuera un derecho escrito sobre piedra, y bajamos las defensas. Después sucesivas reformas laborales minimizan las condiciones de los trabajadores, se promulgan leyes mordaza o aparecen estudios sociológicos sobre las percepciones y los comportamientos de nuestros adolescentes en los que comprobamos que, con lo que ha llovido, su visión sobre la homosexualidad no se aleja demasiado de la de sus abuelos o que siguen asociando el control a sus parejas a una prueba de inequívoco amor. Claro, se nos queda cara de tontos, todo lo más, con carita de pánfila incredulidad, nos preguntamos que qué ha podido pasar, que cómo hemos llegado hasta aquí o, a la manera de Vargas Llosa en el inicio de ‘Conversación en La catedral’, miramos atrás para saber en qué momento se había jodido el Perú. La respuesta es muy simple, nada llega para quedarse definitivamente, nada se mantiene si no se realizan esfuerzos para que así sea, si no empezamos por comprender que todo lo que cuesta es evanescente.
jueves, 14 de mayo de 2015
EL ECOSISTEMA
Las estructuras de cualquier
organización, bien social, bien institucional, envejecen aquejadas de
enfermedades procedentes de los humanos que las forman. Quizá, la peor de ellas
sea el miedo a romper con las inercias que, de forma paulatina pero inexorable,
se van adueñando de los ritmos de dichas organizaciones. Se van creando
estructuras que, a la par que se anquilosan, generan anticuerpos para
defenderse de cualquier vestigio de ataque al statu quo. Al final, las secuencias se repiten día tras
día, año tras año, legislatura tras legislatura y se van generando unos
ecosistemas en los que solo son capaces de sobrevivir (y no digamos sobresalir)
quienes son capaces de adaptarse a ellos.
domingo, 10 de mayo de 2015
DOS ALMAS, UN CUERPO
En distintas
proporciones, eso sí, pero todos estamos formados por dos seres que se oponen
y, a la par, se complementan como lo hacen el hidrógeno y el oxígeno para
formar el agua: el uno ejerce de contable y cuenta, de albañil y construye
casas, de tantas y tantas cosas que nos son imprescindibles para el devenir
diario; el otro, simplemente, se deleita contemplando un cuadro, se emociona leyendo
un libro, se desasosiega cuando un pellizco le rasga el corazón, se le cae la
baba cuando coge en brazos por primera vez a su hijo o a su nieto. El alma de
un aficionado al fútbol padece también este desdoble. Por un lado está
pendiente del resultado, disfruta viendo el fútbol, pero las revueltas del
marcador le alteran el ritmo cardiaco; cuando su equipo gana da todo por bien
empleado. El otro se emociona y exclama un ohhhh lleno de haches cuando algo
imprevistamente bello sucede. Ese momento, esa jugada, se refugia en algún
punto de la retina para aparecer de tanto en tanto. Uno de esos instantes
mágicos se produjo ayer en el Nuevo Colombino. Óscar ha ejercido de sí mismo en
esa versión que, si fuera constante, le habría llevado a la cumbre del fútbol. El
pase que regala a Roger en la jugada del primer gol es para ponerse de pie.
Pero faltaba lo mejor. El salmantino, en modo genio, se ha inventado un remate
que la mayoría de los jugadores no podrían ni imaginar. Lo ha ejecutado con una
plasticidad propia del ballet, con un estilo y a una velocidad de karateka, con
la precisión de un cirujano. Un gol de los que no se cantan, se admiran. Y se
admiran, en este caso, en el pequeño corrillo que se preocupa de lo que ocurre
en la ‘remota’ Segunda División. Si la firma la hubieran puesto otros con más
renombre daría la vuelta al mundo. ¿Qué se va a hacer? El mundo se lo pierde.
jueves, 7 de mayo de 2015
LA HEMEROTECA DISPERSA
Queda feo dejar constancia aquí, pero soy uno de esos que lee la prensa en los bares. Ese café, a cuyo pie hace referencia el título de esta sección, es la excusa para acercarnos a la realidad publicada, atiborrarnos de información, confrontar el enfoque –a veces opuesto- que las diversas cabeceras ofrecen de la misma noticia y desmenuzar los distintos puntos de vista desde los que se abordan. En fin, para medio darnos por enterados. Quienes así actuamos, aunque a lo mejor esto sea una generalización estúpida y sea yo el único que respete estas rutinas litúrgicas, dibujamos en la cabeza un paseo que viene a ser nuestra particular hemeroteca dispersa. También, en muchos casos, este café es el origen de una charla que se convierte en el termómetro que indica la temperatura de la calle bastante mejor que cualquier encuesta. Hace nada, en uno de estos ratos, en el momento de ir a pagar el euro que me cuesta, fue la propia camarera la que, a modo de queja, arrancó una conversación: “Hay bares que cobran por el café ochenta céntimos, otros, eso sí, ya cobran más de dos euros”.
lunes, 4 de mayo de 2015
CORRER SIN YUNQUE
Un hombre corría a buen ritmo por medio de la sabana cargando con un yunque que malamente podía sostener con las dos manos. Había comenzado la travesía tiempo atrás con paso ligero; pero, pasado un tiempo, notó que las piernas le flaqueaban, sintió cómo los brazos se le entumecían y cómo el oxígeno ya no fluía. Decidió sentarse un ratito para recuperar el aliento, eso sí, en ningún momento soltó el yunque tal que le fuese la vida en ello. Acertó en ese momento a pasar por allí otro caminante que se percató de la situación de nuestro protagonista y se acercó para interesarse por su estado. Al comprobar que el mal de aquel hombre no era más que el padecimiento propio del cansancio, respiró aliviado, se sentó a su lado y ambos entablaron una distendida conversación. Al poco, el recién llegado se percató de la presencia del yunque y, sorprendido, como no podía ser de otra manera, le preguntó cuál era el motivo de transportar tan pesada carga.
jueves, 30 de abril de 2015
GANAR ¿PARA QUÉ?
Amundsen y Scott habían pugnado por ser el primer hombre en dejar su
huella en el Polo Sur. Es de suponer que ninguna de las personas que formaron
las expediciones desconocía las dificultades que habrían de encontrarse. Apsley
Cherry-Garrard, uno de los integrantes de la expedición de Scott, las describe en
su libro ‘El peor viaje del mundo’: “Prácticamente todos los hombres que emprenden
viajes de gran envergadura por el polo deben plantearse la posibilidad de
suicidarse para salvar a sus compañeros…”. Cuando la expedición de Scott
llegó al punto deseado en enero de 1912 lo primero que hicieron fue observar
las huestes de Amundsen que ya estaban allí. El viaje, sin embargo, sería de
gran utilidad porque, a diferencia de los noruegos, los de Scott, más allá del
reto competitivo, tenían en mente otros objetivos de índole científica. Habían
perdido, pero, al fin y al cabo, perder y ganar son dos verbos igualmente
estúpidos si no van acompañados de un para qué.
lunes, 27 de abril de 2015
EL TIRO DE ROGER
Los días pasan como trámites, uno tras otro se amontonan a nuestras espaldas como las carpetas en la mesa de un registro. Cada uno tiene su gracia, pero la mayoría de ellos resumen su pequeña historia en dos frases que se recitan cuando al final de la jornada alguien te pregunta que cómo fue el día. De unos cuantos queda una anécdota que de tanto en tanto sale a relucir en una conversación de taberna. Algunos, muy pocos, se conservan imperecederos en el recuerdo, son las fechas que uno guarda como fetiches en su baúl de la memoria. Pero entre todos los días siempre se cuela uno maldito. Un día que contuvo aquel instante en el que todo cambió, en el que las cosas dejaron de ser lo que pudieron ser para convertirse en lo que ya nadie podrá evitar que sean. Un día que ni el tiempo es capaz de curar; que se presenta de manera imprevista para acompañarnos para siempre; que, en el mejor de los casos, vuelve recurrente cuando vienen mal dadas o, en el peor, se agarra a las entrañas y las encoge culpándonos para siempre. Un día terco que revolotea en modo condicional: si hubiera hecho, si hubiera dicho, si no hubiera estado…
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