Los urbanitas se jactan de despreciar los pueblos pequeños porque, a diferencia de las grandes ciudades en las que el anonimato aporta dosis de libertad, son reductos cerrados donde todo lo que pasa se sabe y lo que no ocurre se inventa. El cotilleo, la comidilla, la murmuración, sustituyen al periódico como yacimiento de material para nutrir las conversaciones cotidianas. Quien sale de la norma es fustigado por un chorreo de palabras que corren de boca en boca afeando tal comportamiento, imponiendo unas costumbres y una moral rígidas de las que solo se puede escapar mediante la hipocresía. Mientras, quienes vigilan tras el visillo los comportamientos ajenos, los mismos que hacen chanzas sobre los díscolos, se despreocupan de si los techos de sus casas se agrietan o las paredes se abomban.
Blog sin más pretensión que la de poner un poco de orden en mi cabeza. Irán apareciendo los artículos que vaya publicando en diversos medios de comunicación y algunas reflexiones tomadas a vuelapluma. Aprovecharé para recopilar artículos publicados tiempo atrás.
jueves, 25 de enero de 2018
domingo, 21 de enero de 2018
MATA, COSECHA 16-17
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Foto El Norte de Castilla |
De cuando en cuando, el cerebro y el cuerpo emprenden diferentes caminos. No es lo habitual, claro. De normal, se acompañan, van de la mano por más que sus responsabilidades –el uno dirige; el otro, puesto a sus órdenes, ejecuta–sean de distinto calado. Incluso, en los momentos en que el cuerpo falla, cuando pretende aislarse, el cerebro no lo permite y, con tal de mantenerse unidos, insiste en mantener vivo su mandato. Quiero y no puedo, lo llamamos. En estos casos, si el cuerpo se empecina en su negativa, el cerebro rebaja paulatinamente su nivel de exigencia y puede caer en el abandono. Entonces, ni se puede, ni se quiere. Aun así, aunque ninguno tenga fuerzas suficientes para mantenerse en pie, se detienen juntos en el mismo punto y, en un ejercicio de masoquismo, se cuentan sus miserias. Cuando es el cerebro el que pretende marchar solo, sin embargo, no hay cuerpo que le pueda acompañar. A aquel, introvertido, endogámico, silencioso, que se retuerce y da vueltas sobre sí mismo, le incomoda cualquier compañía. El pobre cuerpo, sin órdenes claras, puede abatirse, arrastrarse tratando de perseguirlo o caer fulminado en el imposible empeño de darlo caza en este circuito perversamente diseñado en espiral.
Esta tendencia es demasiado acusada en los delanteros. Sus cerebros pasan largas épocas murmurando, lanzando soliloquios que solo ellos escuchan . El cerebro de Mata –el ‘nueve’ del Valladolid, el pichichi de la categoría– llevaba un periodo alejado de estos traumas, caminaba feliz en compañía de su cuerpo obediente. Ordenaba al pie.
jueves, 18 de enero de 2018
LOS ESPOLONES DEL GALLO NARANJA
En las elecciones catalanas, el gallo Ciudadanos se comió todo el maíz
que se había esparcido, un alimento con el que terminó de esculpir una figura
apolínea. Mientras, por desnutrición, el cuerpo de sus futuros rivales en las
contiendas españolas quedó hecho unos zorros. Poco, por no decir nada, han
tardado los fotógrafos de la demoscopia en mostrarnos que la cresta del gallo anaranjado
luce ya más alta que la del resto.
domingo, 14 de enero de 2018
LA MALDICIÓN DEL PRIMER MATRIMONIO
Ha transcurrido más de un siglo y la secuencia siempre se repitió de la misma forma. Todas las mujeres de las últimas cuatro generaciones de la familia Lefebvre fueron sucesivamente encontrando la felicidad –la estabilidad, la armonía o el factor que sea que permita que un matrimonio se consolide– tras las segundas nupcias una vez que el primer intento hubo sido fallido. Isabelle, una joven del clan, comparte vida y proyecto con Pierre. Querría casarse pero, atormentada, no se atreve al haber interiorizado aquella circunstancia como una maldición de la que no podría escapar. Los signos que denotan ilusión, sin embargo, vuelven a dibujarse en su rostro cuando su cabeza pergeña una idea en apariencia infalible: habrá de encontrar un hombre con quien casarse para, inmediatamente, firmar los papeles del divorcio. De mostrarnos las vicisitudes de la puesta en práctica del plan se encargó en el 12 Pascal Chaumail con su «Llévame a la Luna», una de esas comedietas románticas que tanto valen para unas risas como para una siesta.
jueves, 11 de enero de 2018
LA IMPERTINENCIA DEL ‘TENGO DERECHO’
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Imagen tomada de elcomercio.es |
De
una forma similar a lo que ocurre en la Física, en el devenir histórico se
cumple el principio de acción y reacción. Así, a cada periodo de compresión le
sucede uno de expansión y viceversa. De esta forma, las páginas de la historia
se van alimentando de movimientos pendulares que nos llevan de un lado al
opuesto en sucesivos movimientos de ida y vuelta. En esta nuestra España, tras
la muerte del dictador se produjo uno de esos momentos en los que el péndulo
viró de una orilla a la otra. De una libertad comprimida, menoscabada, se pasó a un terreno inexplorado, a un nuevo espacio en el
que hubo que experimentar en qué consistía el contenido de un término tan
hermoso que parecía abrirse de par en par.
lunes, 8 de enero de 2018
EL RAPAZUELO IMPACIENTE
Los rivales conocen las carencias del Real Valladolid y le encuentran las cosquillas con suma facilidad a poco que se lo propongan
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Foto El Norte de Castilla |
jueves, 4 de enero de 2018
LIBERTY VALANCE Y EL RESPETO ANIMAL
La ética no es un absoluto ni se muestra inmutable, por lo que en
paralelo coexisten varias y estas varias pueden ir perfilándose en función de
los cambios sociales que inexorablemente se producen. A pesar de ello, ciñéndonos
a un determinado lugar y a una época concreta, es habitual que se consolide un
núcleo ético socialmente compartido. Como consecuencia, el carácter dialéctico
de la ética siempre arrastra a momentos en los que a un determinado respecto
existen dos visiones antagónicas: una previa en declive y otra que va permeando
por los diversos ámbitos de la sociedad. Una situación de conflicto que reflejó
con maestría John Ford en su película ‘El hombre que mató a Liberty Valance’.
En ella asistimos al enfrentamiento entre Ransom Stoddard, un abogado,
furibundo defensor de la ley como instrumento para conseguir la paz social, y
Tom Doniphon, un buen tipo que no desdeña el uso de la violencia como medio
para alcanzar ese mismo objetivo. El mal, para ambos, es el mismo: la banda de
forajidos liderada por Liberty Valance’.
jueves, 28 de diciembre de 2017
LUZ QUE MUESTRA OSCURIDAD
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Imagen tomada de primaluce.es |
Si el objetivo de las elecciones catalanas era el de poner algo de luz en
las penumbras, vaya si lo ha conseguido. Una claridad que ha parido una curiosa
paradoja: no ha servido para despejar el panorama político en Cataluña; más
bien, lo ha oscurecido ya que el resultado ha sido como apretar la tecla
‘standby’ en un viejo reproductor.
Claridad, ya digo, sí han aportado las urnas. Han ejercido un loable
papel en el ejercicio de desenmascarar buenas dosis de impostura. Resulta que
los independentistas, con menos votos que los ‘unionistas’, tienen más escaños
en el ‘Parlament’. Y estos, ¡qué cosas!,
se lamentan de un hecho tan injusto. Los mismos principios legislativos
que han servido para que PSOE y PP, tanto monta, cimentasen sus mayorías
durante cuatro decenios, ahora, que les viene mal, son puestos en entredicho.
En 2011, por ejemplo, con menos de siete veces más de votos, el PP obtuvo una
representación diecisiete veces mayor que IU.
jueves, 21 de diciembre de 2017
SE ME LEVANTAN LAS OREJAS
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Cuando me encuentro con una proyección económica lanzada hacia el futuro,
mis orejas perrunas se levantan. Tiendo a no creerlas y, a la vez, a no
menospreciarlas.
A no creerlas, porque cualquier predicción solo puede ser realizada a
partir del estudio de una serie limitada de variables, unas variables que
siempre se topan con una realidad mucho más compleja que se empeña en
desautorizarlas. Como ejercicio de descreimiento suelo realizar un sencillo
juego: miro hacia atrás tantos años como los que quedan para que se ‘cumpla’ la
predicción. Si escucho, por ejemplo, cosas como que el sistema de pensiones
habrá quebrado en 2050, vuelvo la vista a 1984 -no al libro de Orwell, al año-
y desde aquella lejanía adolescente sin ordenadores ni móviles contemplo las
hipótesis que se aventuraban para estos tiempos. Todo papel mojado y cine o
literatura de ficción. Al final, el ser
humano es lo suficientemente indeterminado como para aventurarse a proyectarle
tan lejos en cuestiones que no son científicas.
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