Quiere uno creer que son otros tiempos, que en el futuro no
se repetirán los desmanes del pasado, pero no. En cuanto te despojas del babi
que protege el ropaje de tu ingenuidad de la ponzoña exterior, compruebas que
la sociedad puede manchar. Fue ayer, es hoy y será mañana. Está en la condición
humana, no en todos los humanos, claro, seguramente que ni en la mayoría, pero
nunca dejarán de existir personas que, una vez alcanzan el poder, abusan de él;
incluso más, algunas que buscan alcanzar algún tipo de poder para tener la
posibilidad de abusar desde el privilegio que dicho poder otorga.
Blog sin más pretensión que la de poner un poco de orden en mi cabeza. Irán apareciendo los artículos que vaya publicando en diversos medios de comunicación y algunas reflexiones tomadas a vuelapluma. Aprovecharé para recopilar artículos publicados tiempo atrás.
viernes, 22 de noviembre de 2019
viernes, 15 de noviembre de 2019
CARNE CURADA
Los acuerdos se firman
debajo de un texto, se suscriben a la sombra de un contexto. ¿Qué ha variado
para que la misma entente imposible poco antes se haya cerrado en horas? No es
el texto, por mayo podría haber sido perfectamente el mismo, ya que, más allá
de algún vector indicativo, lo convenido no es más que un cúmulo de esas
grandes palabras que, vaciadas por un manoseo fraudulento, suelen ser preámbulo
de grandes decepciones.
El mapa contextual,
aparentemente igual, salvo por la aparición en Ciudadanos de una tubería que
desagua en VOX y el PP, es radicalmente distinto. Ahí se sitúa el triunfo del
PSOE: donde todos veían a potenciales aliados -Ciudadanos y UP-, Sánchez
constató una indeseada rivalidad. Las nuevas elecciones le han salido bien. Sí,
él muestra un rasguño, pero su competencia lateral ha salido trasquilada: asesinado
el primero; herido con potencial gravedad el segundo. A la derecha la ha dejado
rota en dos mitades que, por más que acuerden en los territorios, se miran cada
vez con más desconfianza. Entre sus jefes y, sobre todo, entre sus bases. No
hay peor cuña que la de la misma madera.
lunes, 11 de noviembre de 2019
ELLOS, Y CADA VEZ MÁS ELLAS
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Foto "El Norte" |
No sé por qué me da que ya menos, pero hubo tiempos en que en determinados ambientes políticos o culturales el fútbol tenía mala prensa, estaba mal visto. A este subgenero de personajes, los aficionados al balompié les resultaban sospechosos de inanidad ética, estética e intelectual. Para poder subsistir sin merma en su prestigio, algunos de entre esos snobs, aficionados para sus adentros, se autoimpusieron una especie de clandestinidad que les impedía exteriorizar sus querencias. El fútbol, más que el opio del pueblo, era un barreñón lleno de materia tóxica que emponzoñaba el cuerpo entero de todo aquel que simplemente sumergiera sus manos en él. Una de estas personas –aprendí que en estos casos se dice el pecado pero no el pecador–, y sin embargo amigo, quiso afearme mi desmedida aficion por este deporte. La conversación fue avanzando, acalorándose, y él, que entre otras cosas se dedicaba a escribir análisis sociopolíticos, quiso dejar claro que prefería vivir al margen de ese algo por el que todo el mundo perdía la razón. Le comenté que su aversión por el fútbol podría conducirle a cerrar los ojos a la realidad, que tratar de entender esta sin tener en cuenta que el fútbol se entrevera en la carne de nuestro día a día vendría a ser como si un ateo estudiara la Edad Media prescindiendo de los factores religiosos porque él los desprecia.
viernes, 8 de noviembre de 2019
NOVIEMBRE DE 2019
La ciencia ficción tiene tanto de ficción como poco de
ciencia. Lo que en los productos de este género se narra se sustenta en la pura
especulación, nada de lo que se aparta de la materialidad científica actual
está testado ni sujeto a método alguno. La solidez de los relatos depende
únicamente de la verosimilitud que el autor sea capaz de transmitir. Dentro de
este ámbito, me resultan especialmente interesantes las distopías, las obras
cuyo ámbito de especulación son las realidades potenciales. Y entre ellas, las
que escritas antaño, relatan hogaño: las que nos permiten comparar el grado de
coincidencia entre la realidad y lo ficcionado.
lunes, 4 de noviembre de 2019
HABLÉ MUY DESPACIO
Isa subía azarada las escaleras de su casa nueva. Tenía
prisa por llegar. En su boca se le apelotonaban unas palabras que tenían prisa
por salir. Llamó al timbre. Ni esperó a que su madre terminase de abrir la
puerta.
-Mamá, no sabes lo que me ha pasado.
-Claro, hija, si no me lo dices, ¿cómo lo puedo saber?
-Verás. He parado en los columpios de abajo y solo había una
niña china. ‘La’ he hablado muy despacio porque no sabía si ella sabía el
castellano y me ha preguntado que si me pasaba algo en la boca, que hablaba
raro.
-Es para que me entiendas.
-Si yo te entiendo. Soy de
Valladolid.
-Pues yo pensaba que eras china.
-Pues no.
No acababa el torrente de la niña.
-Nos hemos reído mucho. Pero espera… que lo mejor fue después.
Cuando ya me venía ‘la’ he dicho que si jugaba más veces en esos columpios y me
dijo que sí.
viernes, 1 de noviembre de 2019
AMENAZAS Y CONSUELOS
Tengo cáncer, o lo tuve, que ya no sé cómo se debe decir. Me
enteré hace trece meses. Hace doce, justo un año el pasado sábado, me abrieron de
par en par; en el quirófano quedó el riñón derecho con su uréter
correspondiente. No sé cómo será, ni siquiera si será, el mañana. Tampoco lo
sabe nadie entre los que no han recibido este preaviso, en esta discoteca todos
bailamos sin saber cuándo dejaremos de escuchar la música.
Habrá muchas más, pero así a bote pronto, se me ocurren un
par de diferencias entre los picados y los no picados por el bicho. De un lado,
la estadística: si nos controlan tanto es porque los datos informan de que es
más probable una segunda parte o un remake que el estreno de una nueva obra.
Que nuestro cuerpo ya es terreno conquistado y, como Polonia, parece que está
más expuesto a una nueva conquista que los territorios vírgenes. De otro, pasamos
de la ‘incertidumbre de la seguridad’ - solo la razón aportaba zozobra a
nuestro seguro caminar; estábamos vitalmente muy lejos de
una experiencia que nos enfrentase de forma tan nítida al posible fin de
nuestros días- a la ‘seguridad de la incertidumbre’, a solo tener claro que
¡quién sabe!
miércoles, 30 de octubre de 2019
NINGÚN DÍA ES BUENO PARA MORIR
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Foto El Norte |
Ningún día es buen día para morir. Se puede alegar que existen personas que prefieren retirarse de la circulación antes de que la biología dicte sentencia y se ponen a ello bien de propia mano, bien reclamando asistencia para cerrar sus días. Pero por suerte, el número de quienes han habitado o aún habitan en el páramo de ambas dramáticas coyunturas es comparativamente muy pequeño respecto al de los que encontramos cualquier excusa para querer despertar mañana. Lo de 'mejor morir de pie que vivir de rodillas' dejémoslo en el terreno metafórico, quienes tal cosa afirman desean, por encima de todo, que no les tengan que arrastrar tumbados.
lunes, 28 de octubre de 2019
DICEN, PERO NO
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Foto El Norte |
Estoy de acuerdo con Los Panchos, ¿qué quieren que les diga? Al igual que el trío mexicano he escuchado por ahí que la distancia es el olvido, que la memoria -y en el fútbol por antonomasia- es excesivamente corta, que el hoy es como una pedrada que destroza la farola del ayer. Y, a la par que ellos, encuentro demasiados 'peros' en tal aserto, tampoco yo concibo esa razón. Por más que el día a día nos encadene; por más que los manuales de autoayuda insistan en el 'aquí y ahora'; por más que los gurús de la economía y de la publicidad, valga la redundancia, nos emplacen a un futuro siempre por llegar; la memoria habita en el presente, el pasado vuelve y encuentra un espacio en el que se acomoda. El fútbol, también por antonomasia, recurre continuamente a su pasado. Por más que se hagan apelaciones al presente, el fútbol como fenómeno social sería inconcebible si se le priva de su memoria. La distancia no es el olvido sino el espacio y el tiempo que necesitamos para colocar en nuestra alacena emocional todo lo que vamos viviendo. A unos objetos les ubicamos en lugares perfectamente visibles, otros encuentran sitio en rincones relativamente escondidos y, ¡qué bueno quien sea capaz de tirar lo que no sirve de nada!, un buen número son retirados y depositados en el contenedor de la desmemoria.
viernes, 25 de octubre de 2019
¿A DÓNDE VA EL BUS?
Debe de ser que no me entero, que existe algún
sobreentendido del que todo el mundo está al corriente menos yo. El caso es que
en multitud de temas de debate político y social no sé, más allá de obvias
vaguedades, qué es lo que se pretende, no sé a dónde queremos llegar. Observo y
veo a seres extraños discutiendo sobre quién está más facultado para
conducir el autobús pero sin respondernos cuando preguntamos que hacia dónde lo
quieren llevar.
Escucho, y dicho con prosopopeya como para aparentar
conocimiento, con formas rotundas como para mostrar seguridad, qué medidas
tomaría cada cuál; pero, insisto, no estuve pendiente en el momento en que se
explicaba el ‘para qué’. De esta manera, las retahílas de propuestas, ellos
dicen ‘soluciones’, se me antojan tan absurdas como la lectura de una guía de
teléfonos.
Da igual si me pongo las gafas de cerca. Vaguedad: urge
acabar con la despoblación. Huecas declaraciones de intención: ‘será nuestra
prioridad’, ‘invertiremos en’. Listados de medidas sin más: ‘la cobertura
telefónica llegará hasta el último rincón y tal y tal’. ¿Qué me está contando?
No, por favor, antes de nada diga cada cual qué entiende por ‘acabar con la
despoblación’. ¿Intentar -por dios, por dios, por dios, qué cosas- que se
mantengan vivos todos los pueblos? ¿Pretender que se asiente la población en lo
que podemos denominar como cabeceras de comarca, en las capitales de provincia
y poco más?
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