jueves, 1 de julio de 2021

SIN MASCARILLA, CON CABEZA

Cuando necesito destensar, descomprimir, deambulo pedaleando por las calles, me recreo apreciando la ciudad. También, contemplando el paisanaje. La verdad, estáis guapísimas y guapísimos. Transmitís esa clásica hidalguía castellana. Tenía esa percepción incluso cuando paseabais con las mascarillas. Hasta haber asumido que, si bajo de la bici, desentono por el desaliño.

Ahora, sin necesidad de caminar con media cara cubierta, palpita también una sensación de alegría. La mascarilla, además de las razones para las que se utiliza, desarrolla un efecto marginal: nos recuerda perennemente dónde estamos, nos impide evadirnos del presente. Al menos hasta que el hábito se naturalizó. Así, parecía que nos comprimíamos, que se nos borraba la sonrisa, que nos desaparecían las ganas de hacer algo, que los anhelos se nos confinaban. 

jueves, 17 de junio de 2021

FUMATA BLANCA… Y VIOLETA

Annuntio vobis magnun: habemus papam (entrenadorum pucelam o como se diga). Eminentissimum ac reverendissimun dominun, Dominun José Rojo. ‘Entrenadorum’ Pacheta. Se ha hecho esperar, pero los creyentes  blanquivioletas tienen ya designado su sumo pontífice, conocen el nombre de la persona cuyas palabras, infalibles o no, indicarán el camino a seguir. Casualmente, digan si no que la realidad no maneja giros de guion que se escapan hasta al más avispado de los escritores, la temporada en la que se va a reeditar el Burgos-Valladolid y viceversa, el timón de los pucelanos recaerá en un burgalés. Solo falta que a orillas del Arlanzón terminen contratando a Onésimo o retiren la jubilación al maestro Yepes.

miércoles, 16 de junio de 2021

GUIRNALDAS EN EL PUEBLO

Un siglo es un siglo y el del nacimiento de Berlanga hay que celebrarlo, que está por ver si verá la luz otro ser capaz de sacarnos, a la vez y en tal dimensión, tantas sonrisas como lágrimas. Y qué mejor que recrear una escena digna del director valenciano. Faltó algún detallito, no sé, un tropezón de uno de los dos protagonistas o la incorporación de un tercero que, sin ton ni son, hubiera metido cualquier cuña improcedente en la conversación. Habría, eso sí, que haber modificado el estribillo de la canción de fondo de la secuencia original quitando lo del ‘recibir con alegría’ para dejarlo en un “americano, acudimos en vuestra busca”. Más que nada porque esta vez ellos no venían y, así las cosas, la montaña Sánchez tuvo que caminar en pos de un encontronazo con el Mahoma Biden.

miércoles, 2 de junio de 2021

VINTAGE

Me cuesta entender lo de las modas, por qué esta primavera tanta gente camina con un pantalón así o quién decide que multitudes paseen vistiendo una no sé qué ‘asao’. Ya ven, a mí que si alguna vez coincido con esas corrientes será porque, al llevar una y otra vez lo mismo, de casualidad encajo. Cuando se da, alguno de los que sí te suelta entonces eso de “vas muy vintage”. Será, respondes. Y a otra cosa.

Ya no les digo comprender el mismo fenómeno cuando se trata de la elección de determinados debates sociales que, de pronto, de permanecer polvorientos en algún cajón de una cómoda perdida, pasan a ser mostrados y referidos una y otra vez. ¿Quién decide que tal tema resulta de interés? ¿Por qué ahora?

jueves, 27 de mayo de 2021

DANOS UNA SEÑAL, MAESTRO

Queridos, los sucesivos entrenadores del equipo del alma, de cualquiera, como los directores de ‘nuestra’ sucursal bancaria, por más que te hayan sonreído cuando, al principio de su nombramiento, te veían entrar en la oficina; por más que te hubieran garantizado su apoyo (un préstamo) en aquel tiempo en de que todo te iba más o menos bien (cuando no lo necesitabas), no son nuestros amiguitos. Llegado el momento de la verdad, se escabullirán, culparán con denuedo al empedrado (bien la coyuntura, bien la fatalidad de las lesiones…), señalarán un difuso ‘los de arriba’ como responsables por no haber dado el visto bueno a sus peticiones: “Yo les indiqué que sí, yo solicité tal jugador”.

domingo, 23 de mayo de 2021

UN DÍA MENOS

Será porque la hora cuadra o porque el formato les engancha, pero mis padres se plantan cada día ante la tele cuando se emite ese concurso de título ‘Pasapalabra’. Si coincido en su casa a la hora de emisión, me siento con ellos y pretendo seguir la retahíla de preguntas y respuestas. Pretendía, porque ya asumí la inoperancia de mi intento. En vez de estar pendientes de la pregunta y atentos a la respuesta, van comentando entresijos accesorios del programa. Así, no me cosco de nada. Un día, sin embargo, mi madre se ufanó al percatarse de que conocía la definición requerida y la lanzó toda orgullosa esperando que la invitada confirmase su acierto. Ella, inesperadamente para mi madre, pronunció el ‘pasapalabra’ indicativo de desconocer lo que se le solicitaba. “¿Cómo se atreve a salir en la tele alguien que ignora algo tan sencillo como para que una mujer mayor y que no pudo ir a la escuela como yo lo conozca?”. “Van porque les pagan por ir, madre, se lo sepan o no”, respondió mi hermano, pero no la convenció. “Por mucho que me pagasen, que no creo que sea por necesidad, no consentiría ir para que toda España supiera lo burra que soy”. 

miércoles, 19 de mayo de 2021

ANTES Y DESPUÉS

El tiempo no tiene intención de detenerse. Así, a lo tonto, han pasado 10 años desde que a mediados de mayo de 2011 un puñado de plazas urbanas se convirtiera en espacio indefinido de protesta. Indefinido en el tiempo -no constaba un fin de los asentamientos- y en los anhelos y esperanzas de los miles de personas que alzaron su voz –al fin y al cabo, la indignación que servía de amalgama responde a lo que se refuta, no presenta una alternativa-. Mucho se ha escrito de lo que fue y lo que supuso. No faltan textos que lo elevan casi al nivel histórico de un posmoderno 1789 francés. Otros denotan que la intensa puesta en escena se difuminó hasta perder los perfiles iniciales. Alguno lo presenta con los rasgos etéreos del valentón protagonista de un soneto cervantino “miró al soslayo, fuese y no hubo nada”. Y no puede faltar un  buen puñado de miembros de la generación que descubrió entonces las perfidias del mundo adulto, estos acrecientan el valor del hecho hasta definirlo como un hito fundamental en la historia, sin ser conscientes de que lo fue, pero en la suya particular. Son relatos de ritos iniciáticos que elevan a sus protagonistas a la categoría de héroes.

domingo, 16 de mayo de 2021

DÓNDE Y CUÁNDO

El poder simbólico de las fechas y los lugares es innegable. Por más que, para bien o para mal, un suceso se venga dando por anunciado, el punto concreto en que aconteció y el día exacto en que sucedió nos retrotraen al hecho determinado. Cualquier relato de un hito en nuestro entorno, nacimiento, defunción, boda…, lo que sea, no se cierra sin aportar esa información. El aficionado al fútbol, humano en cualquier caso, amontona en su memoria un buen compendio de esos datos. No dudará en los días en que se produjeron ascensos, descensos o permanencias y recordará los estadios en que tragedias y epopeyas sucedieron.

Insisto en el rigor del dato, en su precisión e irreversibilidad. Aunque nadie, nadie, mantenga la mínima esperanza en que el Valladolid permanezca en Primera, no se podrá decir que el Valladolid perdió la categoría en el estadio de la Real Sociedad el 16 de mayo de 2021. Todos tenemos claro que el nivel que está demostrando el Pucela no aporta ninguna expectativa de triunfo, menos si el rival aspira al cetro liguero. Todos aprendimos que si un equipo, llámese Huesca o Elche, se juega algo en su casa frente a un rival sin incentivos, sea el Valencia o el Athletic, se llevará de calle el triunfo. Se podrá sostener que mientras las matemáticas aporten una posibilidad, no conviene encargar la lápida. Esas mismas matemáticas, sin embargo, enuncian que el resultado de la suma de dos imposibles es la certeza, la que refleja la cara de Javi Sánchez, de lo inalcanzable del logro. Su cuerpo, cada célula, no muestra más que desazón por lo que asume ha ocurrido aunque aún no esté certificado.

jueves, 13 de mayo de 2021

LA HIERBA PROSEGUIRÁ VERDE

El principio de este artículo es el certificado del fin de una etapa. No hay más, este ciclo en la calle de la vanidad se da por concluido. La desolación de la imagen convierte las palabras de este artículo en poco más que un susurro: transforma el estruendo que puede suponer un artículo en una vocecita callada que se esfuerza en no hurgar en una herida que aún supura, que pretende no obstruir los conductos por los que se desplaza el silencio del duelo que se vislumbra. Nacho caminando cabizbajo y El Yamiq doblado formando un ángulo recto muestran la asunción del drama deportivo que acechaba. Son circunstancialmente dos de los once que estaban en el campo en ese preciso instante, dos de los veintitantos de la plantilla, cualquier otro transmitiría una sensación idéntica. Si estirásemos el radio hasta formar un círculo que le englobe a usted, aficionado raso, tres cuartos de lo mismo. Nadie se salva del pellizco emocional cuando la esperanza ha quedado atrás. Por más que desde antes del óbito se diese por admitida la realidad.