Si el argumento lo hubiese escrito Francisco Nieva no sabríamos en qué categoría -entre las que el propio autor dividió sus trabajos- encuadrar la obra. Podríamos pensar en catalogarla como ‘Teatro furioso’ por aquello del arranque del rival; pero dado que apenas hubo rapidez, ni sorpresa, ni pudimos encontrar un ápice de sátira o ironía, este estante queda descartado. Lo intentamos en el vasar del ‘Teatro de farsa y calamidad’ por aquello del resultado; pero no encontramos ninguna trama compleja, ni un poco de intriga, ni hubo personajes que vistiesen la capa del héroe romántico. El partido careció de sustancia suficiente para que el dramaturgo castellano-manchego la hubiera subido a las tablas.
Blog sin más pretensión que la de poner un poco de orden en mi cabeza. Irán apareciendo los artículos que vaya publicando en diversos medios de comunicación y algunas reflexiones tomadas a vuelapluma. Aprovecharé para recopilar artículos publicados tiempo atrás.