Hay expresiones que, sin saber por qué, de repente, hacen fortuna y pasan de apenas ser utilizadas a aparecer en cualquier conversación. Algunas de ellas, además, se revisten de un halo de prestigio de forma tal que sirve a quienes las utilizan para alabarse a sí mismo. La penúltima de estas coletillas consiste en jalonar cualquier barbaridad que se ha dicho apelando a que “soy políticamente incorrecto”. Con eso, al parecer, el autor de la ocurrencia se pretende cubrir con un marchamo de prestigio frente al resto que, también al parecer, se limita a repetir consignas escuchadas por ahí.
Blog sin más pretensión que la de poner un poco de orden en mi cabeza. Irán apareciendo los artículos que vaya publicando en diversos medios de comunicación y algunas reflexiones tomadas a vuelapluma. Aprovecharé para recopilar artículos publicados tiempo atrás.