El pasado nueve, el mismo día en que la mujer referida por Cecilia en su célebre canción recibía un anónimo ramito de violetas, un personaje de la viñeta diaria de nuestro Sansón exponía su meditación: «en este negocio nuestro de los bulos, yo siempre he preferido dirigirme a la gente más desconfiada, porque se lo cree todo». Al fin, las personas que padecen hipertrofia de la suspicacia, al recelar –con razón– de la versión oficial requieren una redacción alternativa que, por un lado, satisfaga su demanda y, por otro, confirme sus conjeturas. Claro, no siempre es cierta la narración adversa a una falsaria.
Blog sin más pretensión que la de poner un poco de orden en mi cabeza. Irán apareciendo los artículos que vaya publicando en diversos medios de comunicación y algunas reflexiones tomadas a vuelapluma. Aprovecharé para recopilar artículos publicados tiempo atrás.