miércoles, 29 de julio de 2020

NO ES TAN SOLO EL TROZO

Foto "El Norte de Castilla"

No podía ser de otra forma cuando en el ámbito de la UE se aprueban medidas para repartir la pana. La lectura que se nos ofrece, por la dirigencia política y subsidiariamente por los medios de comunicación, muestra un escenario posbélico en el que unos son presentados como vencedores y otros como vencidos en función de la cantidad de dinero que hayan sido capaces de acercar a sus países respectivos. No digo que no sea una lectura válida, obviamente lo es, no es lo mismo que haya o no fondos para realizar tal o cual proyecto, abordar tal o cual emergencia… pero muestra una visión demasiado restrictiva. Una visión que oscurece el debate político de fondo y presenta como un juego de mesa cuyo objeto consiste en arrancar un pedacito algo más grande del pastel.

martes, 21 de julio de 2020

A SABER CÓMO

Imagen "El Norte de Castilla"
Resulta imposible trazar la frontera que separa lo cobarde de lo prudente, lo valiente de lo temerario, lo terco de lo tenaz. Imposible, no por la dificultad, sino porque tal límite no existe.  En realidad estamos ante pares de palabras cuyos significados se solapan, ante binomios de vocablos que comparten un enorme espacio de intersección en el que bien pudieran ser considerados sinónimos. Tan es así, que en ese amplio territorio común elegimos uno u otro término en función de la querencia de quién relata la acción del protagonista de los hechos o, más habitualmente, en función del resultado final de los aconteceres que se narran. Así, cuando pretendemos ensalzar, ya digo, por aprecio o por su buen final, utilizamos las connotaciones elogiosas de ‘prudente’, ‘valiente’ o ‘tenaz’; ahora bien, si buscamos perfiles peyorativos elegimos ‘cobarde’, ‘temerario’ o ‘terco’.

sábado, 18 de julio de 2020

FUEGO AMIGO

Foto "El Norte de Castilla"

Tendré que preguntar a alguno de mis vecinos gitanos si es verdad que en sus comunidades interpretan como mal augurio que sus hijos tengan buenos comienzos porque, a decir verdad, no sé si es cierto que creen el dicho que se les atribuye o se trata de una simple invención: siempre que lo escuche fue, sí, referido a los gitanos, por boca de payos. Si me confirman que asumen como propia tal convicción, indagaré con el fin de comprender si  estamos ante una mera superstición o alguna regla de tres ceñida a la observación, vaya: el haber comprobado que arrancar muy bien en un ámbito determinado resta atención, merma voluntad y desprecia la precaución, potencias todas ellas necesarias para enfrentarse a los inexorables envites que se habrán de encarar. En caso de que la respuesta se decantara por esta última opción, me tropezaría con una duda sobre la relación inversa: empezar bien es garantía de un mal remate, vale, pero ¿se puede afirmar que un mal comienzo es aval suficiente para determinar un final como de película de Hollywood?

miércoles, 15 de julio de 2020

NO ES ASUNTO MENOR

Foto "El Norte de Castilla"
Huelga recordar que durante tres meses nos vimos obligados a restringir nuestra capacidad de movimiento. El Gobierno impuso unas pautas de comportamiento que cercenaban nuestra capacidad de acción. Pese a que tales límites rompían con nuestras rutinas, alicortaban nuestro espacio de decisión, nunca entendí que ‘la libertad’ en su sentido colectivo, ‘mi libertad’ en el aspecto individual, se pusiera en entredicho. Por un lado, existía un bien superior que salvaguardar e imponer las restricciones exigía un importante consenso político y una aprobación judicial; por otro, seguíamos siendo nosotros mismos sin coto en nuestros derechos civiles y políticos.

domingo, 12 de julio de 2020

CORAZÓN PARA MUCHO MÁS

Foto "El Norte de Castilla"
Cada año me gusta menos este partido. Me chirría el enfrentamiento entre mi pasión y una realidad que me ha ido invadiendo cada poro. Por un lado, soy del Barça desde que tengo consciencia de mí. Recuerdo, por ejemplo, el día que se jugaba la final del Mundial de Argentina, Don Rufino, el cura de mi Rasueros, me preguntó que quién quería que ganase aquel partido. Holanda, dije sin pensar y con la certeza de que era una pregunta inocua, sin trampa ni cartón. No había terminado de decirlo y ya había dibujados cinco dedos en mi cara. Mientras yo trataba de rehacerme sin entender nada, levantó la voz y me explicó la bofetada. En resumen, que un niño católico y español no debía querer que unos protestantes que renegaron de España y la guerrearon se impusieran, aun en un simple partido de fútbol, a un país hermano en la fe, la lengua y la historia. Yo traté de justificarme, “es que juega Neeskens y es del Barça”. 

miércoles, 8 de julio de 2020

MÓVIL, A SECAS

Foto "El Norte de Castilla"
Alicia rompió aguas a eso de las dos o tres de la mañana de una noche de la que en tres semanas se cumplirán veinte años. Inmediatamente cogimos un taxi que nos acercó a la antigua Residencia. Hasta que no fue bien de día no llamé por teléfono ni a sus padres ni a los míos para informarles de la inminencia de su llegada al estado de ‘abuelez’. Por aquel entonces ya existían los teléfonos móviles, pero en su uso aún nos regíamos por los ritmos, los usos y las normas sociales previos -los de los tiempos del viejo teléfono de cable-, esos que advertían de que por la noche, más allá de las 10, salvo causa de fuerza muy mayor, no se llamaba a casa de nadie. Y causa de fuerza mayor era causa de fuerza mayor, esto es, una perentoria necesidad de acudir a la persona a la que se violentaba. Por eso, un ring a destiempo era recibido con un respingo; nada bueno podía ser. 

La hora de comer también era sagrada, pero de otra forma. Llamar en ese momento era un indicativo de mala educación. En muchas casas, de hecho, mientras se estaba a la mesa, no se cogía el teléfono por más que sonase. Estaba rotundamente prohibido. Todo podía esperar a las horas ‘decentes’: hasta informar del fallecimiento de un ser querido.

domingo, 5 de julio de 2020

QUÉ BIEN VIENES HOY

Foto "El Norte de Castilla"
La verdad, para qué engañarnos, en eso de la imagen o la apariencia siempre fui muy básico y despreocupado. Calzoncillos y calcetines aparte, tiro con un par de vaqueros, tres a lo sumo, una docena entre camisas y camisetas, un abrigo para el mucho frío y otro para el frío regular. Me afeito cuando la barba me empieza a molestar, me corto el pelo cuando la melenilla me da demasiado calor.  Por eso, el día que, bien por casualidad, bien por no desentonar mucho en algún evento BBC, se produce el alineamiento planetario y me presento afeitado, con el pelo recién cortadito, estreno zapatos y la ropa va planchada,  me suele ocurrir que alguien de entre los que bien me quiere me espeta aquello de “¡‘Juaqui’, qué guapo vienes!, ¿tanto te costaría ir siempre como hoy?”. Claro, como ya me lo sé, llevo la respuesta preparada y envuelta en una sonrisa, “si me vieses siempre tan arreglado como hoy, nunca me dirías lo guapo que voy. Así, yendo una vez cada mucho, me lo dices y me arreglas el día”. Suficiente material para que en un corrillo se rían del chascarrillo, lo comenten y, si anda mi madre por ahí, alguien meta un poco el dedo en el ojo, “¡cómo es este hijo tuyo!”.  “¿Qué quieres que haga -retóricamente preguntará mi madre como antaño tantas veces tuvo que hacerlo cuando alguien le venía con la copla de  mi última travesura-, que lo mate? 

viernes, 3 de julio de 2020

EL AMOR, DICHO Y HECHO

Foto "El Norte de Castilla"
En un mismo año, el de 1993, Anthony Hopkins protagonizó dos películas de tal dimensión que, con solo haber realizado ese par de trabajos, dan sentido a toda una carrera de actor. 

En ‘Lo que queda del día’ interpreta al señor Stevens, un rígido mayordomo que se enamora de la señorita Kenton, el ama de llaves interpretada por Emma Thompsom. De alguna forma, es un amor correspondido, ella también le ama. Es más, con la discreción propia de la época y del contexto palaciego, pretende hacérselo saber. Él, sin embargo, no se permite tal sentimiento y lo reprime. Tarde, demasiado tarde, cuando ya no existía posibilidad alguna de retorno, Stevens será consciente de que su vida se ha consumido sin haber vivido ni un instante de plenitud. 

jueves, 2 de julio de 2020

MEDIA CIUDAD EN BICI

Foto "El Norte de Castilla"
A la séptima u octava que me levantaron, perdí la cuenta. Pero a buen seguro que pasa de diez el número de bicis que me han robado. Incluso, en un mismo día, me robaron dos: por la mañana, la mía en la calle Manzana y, ya entrada la noche, en la calle Huelgas, la que me acababa de dejar el bueno de Nacho Carrascosa para cubrir la vacante de la primera. Hasta me reía de mí mismo con el ánimo de secar las lágrimas y enjugar la rabia diciendo que lo mío era puro proselitismo, que media ciudad iba en bici gracias a mi actitud desprendida.  Una exageración, claro: en realidad no éramos más que un puñado quienes treinta años atrás nos desplazábamos en bici por Valladolid. Éramos tan pocos que nuestra presencia sorprendía a unos conductores poco dispuestos a compartir espacio con las ligeras bicicletas en un firme que consideraban suyo en exclusiva. Al fin y al cabo, ¿cuántas veces me lo habrán preguntado?, se sobreentendía que la única razón para moverse en bicicleta era el no tener posibles para agenciarse un coche.