Ocho años después del crack del 29, el que fuera
presidente de los USA, Franklin Delano Roosevelt, dijo: "Siempre supimos
que los intereses personales incontenibles eran de bajo valor moral, ahora
sabemos que es una pésima forma de administrar una economía". Es fácil
suponer que en los años previos, mientras la crítica al ansia de lucro se
circunscribía al ámbito de la ética, hubo muchas personas que se reían de esos
valores a la par que se enriquecían obscenamente. La situación actual guarda
algún paralelismo pero notables diferencias. La más grande de ellas es que
desde las tarimas del poder han elaborado una coartada moral y han desarrollado
una línea de defensa teórica para justificar esa búsqueda de los intereses
personales incontenibles. Esa visión se ha impuesto en nuestra sociedad hasta
el punto de hacernos creer que esas tesis no respondían a una construcción
humana auspiciada al amparo de una visión ideológica sino que se trataba del
estado natural de las cosas. Frases como “Haré lo que tenga que hacer” o “Se
hará como Dios manda” que hemos escuchado en multitud de ocasiones a Mariano Rajoy son exponentes
de esta deriva. ¡Como si solo hubiera una forma de hacer las cosas y además
fuese esta un designio divino!
Blog sin más pretensión que la de poner un poco de orden en mi cabeza. Irán apareciendo los artículos que vaya publicando en diversos medios de comunicación y algunas reflexiones tomadas a vuelapluma. Aprovecharé para recopilar artículos publicados tiempo atrás.
jueves, 14 de junio de 2012
PATRICIOS, NO PLEBEYOS
HONRADEZ EN TIEMPOS HUECOS
Días antes de que
Rodrigo de Triana, a eso de las dos de la mañana, despertara a toda la
tripulación de la Pinta gritando tierra después de frotarse, incrédulo, los
ojos, hubo un intento de motín. Los marineros dejaron de creer, conforme
pasaban los días, en que pudieran llegar a Cipango o a Catay navegando hacia el
oeste y temían por sus vidas pues los víveres se agotaban y si continuaban
avanzando no habría posibilidad de vuelta. Desde que Rodrigo con sus voces
cambiase el ánimo de todos los marinos hasta que el pie de cada uno de ellos se
pudiera posar sobre tierra firme habrían de transcurrir unas pocas horas. Para
unos cuantos ese tiempo transcurrió despacio mientras un hormigueo recorría
parte de sus entrañas, otros no veían el momento de recibir su recompensa.
Alguno, sin embargo, pudo escuchar el grito de tierra pero murió antes de que
las carabelas atracasen en las ‘Indias’. El Valladolid ha subido al mástil de
Santo Domingo. Allí, en la periferia de Madrid, tras haber avistado el Vicente
Calderón, el Coliseum Alfonso Sánchez, el Nuevo Estadio de Vallecas y el
Santiago Bernabéu, ha gritado incrédulo, pero no ha sido tierra lo que ha
pronunciado, las voces que venían de arriba decían: ¡Primera! ¡Primera! La
máxima categoría se ve nítidamente pero, ¡ay!, el viaje no ha terminado. La mar
parece calma y la distancia no es mucha, pero hasta que no se ponga el pie en
el suelo no se pueden levantar los brazos. Tras meses de periplo cualquier
seguridad se escurre de las manos hasta que no se haya palpado el logro y un
poco más para confirmar que no es un sueño. Eso hecho, según la hoja de ruta,
se producirá el próximo sábado alrededor de las once de la noche. Las
tripulaciones de la Pinta, la Niña y la Santa María, no eran conscientes de que
estaban haciendo historia, es más, ni siquiera les importaba. Lo suyo era mucho
más prosaico. Querían librar la escasez de los últimos días, buscar remedio
para sus males o hacerse con suculentos botines. No existía prensa, ni radio,
ni, mucho menos, Internet por lo que sus hechos pasaban inadvertidos para el
resto de la población. Las peripecias de la nao Pucela, por el contrario, son
conocidas por todos y sus tripulantes pueden percibir el valor de lo que hacen,
de lo que tienen a mano. Ellos, precisamente por eso, no han preparado ningún
motín aunque la despensa ha estado vacía durante muchos de los meses que ha
durado la travesía. Han preferido seguir buscando las Indias que colgar al
capitán. Precisamente por eso, son conscientes de que están a punto de escribir
una paginita en la historia. Pequeña comparada con hitos como aquel viaje
transatlántico pero capaz de insuflar alegría en el pequeño contorno de la
provincia. Precisamente por eso, ha antepuesto la consecución del objetivo a
diversos intereses personales. Ayer lo volvieron a demostrar. Es difícil que en
las circunstancias en que se juegan estos partidos se puedan hacer análisis que
se centren exclusivamente en los elementos técnicos del partido porque cuando
se ve tierra pero existe un rival que quiere arrojártela a los ojos, cuando el
trabajo de todo un año puede hundirse por un error, cuando un centímetro separa
la gloria del estrépito, son otros los valores que sirven para no resbalar.
Estos chicos, ahora que los gobiernos no llaman a las cosas por su nombre, las
oposiciones velan solo por lo suyo, los prohombres se lo llevan crudo, son un
ejemplo de honradez. No son el único, por supuesto, pero son un ejemplo.
Publicado en "El Norte de Castilla" el 14-06-2012
Suscribirse a:
Entradas (Atom)