sábado, 4 de diciembre de 2021

PERDER, PERDER

En algún lado leí que durante los años de la posguerra era casi imposible encontrar café. No había engaño, bien se sabía que, tras el anuncio de 'café', el género ofrecido no pasaba de sucedáneo, generalmente achicoria. Para diferenciarse, los pocos establecimientos que podían acceder al lujo del producto genuino anunciaban 'café, café'. Ha habido y habrá partidos en que el Pucela pierda. Lo del de Huesca, sin embargo, no admite paliativos ni monsergas del pelo de «esta derrota sirve para crecer». Con la lógica cafetera, el Valladolid perdió, perdió. Su salida al campo me recordó a los chavales que arrancan el curso pensando que con su capacidad les da de sobra para aprobar y que, para cuando se quieren poner, ya han suspendido el primer control y el temario les desborda. Los primeros veinticinco minutos fueron un muestrario de carencias, un compendio de horrores. Sin aparente tensión, sin juego, sin contundencia...