![]() |
Foto "El Norte de Castilla" |
Si la memoria no me traiciona, fue a Luis Piedrahita al que
escuché un monólogo en el que, refiriéndose al plural de iglú, proponía dos
alternativas, iglús o igluses, para posteriormente rematar apuntalando que se
podía elegir cualquiera de las dos dependiendo tan solo de si se pretende decirlo
bien o mal. Este comentario suena a Perogrullo, casi todos lo suscribiríamos; pero,
si extendemos la reflexión más allá del terreno de la morfología, encontramos
más enjundia de la que a bote pronto se intuye. Entre otras cuestiones porque
aunque pudiéramos acordar una definición de ‘bien’ o ‘mal’, el desacuerdo
estará asegurado cuando se pretendan analizar determinados dichos o propuestas.