Abro el whatsapp en el que Miki me envía la foto que ustedes
ven ahí arriba. Me pilla, ¿cómo no?, en mi vieja silla de oficina a la que Javi
Bolaños le puso patas nuevas hace apenas un par de semanas. La pobre había
dejado de sostenerme. O de aguantarme. El émbolo de gas se le hundió
irremisiblemente tras haber sufrido los estragos causados por dos demasiados:
mi peso y las horas acumuladas sobre ella. En la mesa, recién rematada, ‘La
transparencia del tiempo’, la penúltima novela de Leonardo Padura. En sus
páginas, el ex policía Mario Conde investiga en su Cuba el robo de la imagen de
una Virgen negra labrada en el Viejo Continente durante el Medioevo. La figura,
incólume en su entorno pirenaico después de siglos de andanzas, tras sobrevivir
a guerras, incendios, desesperaciones… amenazas anticlericales, pierde una mano
en el postrer trasiego trasatlántico allá por el 36 del siglo pasado.