domingo, 6 de diciembre de 2020

MÁS SABE EL DIABLO

Los habitantes de un territorio conocen los entresijos de su lengua vernácula sin ser conscientes de la finura de su manejo. Con absoluta naturalidad aprendieron multitud de matices que quienes se acercaron a este idioma con algún año de más nunca terminarán de asimilar. Una preposición o un artículo en medio de dos vocablos, un cambio de orden entre sustantivo y adjetivo, una frase hecha, juegos con las palabras, dobles sentidos, incluso una variación tonal son materia suficiente para modificar el significado de cualquier comentario.

Ciñéndonos al DLE, cuesta entender la diferencia entre ‘oficio’ y ‘profesión’. De hecho, define esta última como ‘oficio que alguien ejerce’. Sin embargo, en el uso cotidiano, entendiendo ambas como actividades por las que se obtiene una remuneración, asociamos ‘profesión’ a una labor para cuyo desempeño se requiere una preparación académica y ‘oficio’ a otra gama de tareas de carácter manual o artesanal.