Alucina, vecina. Para flipar en colores. Llegas crecidito, partiendo la pana por el subidón de haber ganado fuera aunque fuese de chorra y toma jeroma pastillas de goma: el Nastic te da ‘pal’ pelo. Efectiviwonder, nos las prometíamos muy felices, dábamos por cerrada la crisis, mirábamos de nuevo para arriba. Guay del Paraguay. Con la defensa de cinco, el padre Herrera parecía haber descubierto el truco del almendruco. A los pocos minutos de que el árbitro diese el OK Makey, parecían confirmarse los mejores presagios, el Pucela estaba jugando dabuten. Los de Tarragona, qué nivel, Maribel, no daban dos pases seguidos medianamente bien. Por el contrario, ver como movían el balón los centrocampistas pucelanos molaba cantidubi, el gol llamaba a la puerta, habría de llegar pronto. Y llegó, pero fue en contra. Incrédibol. Un balón cruzado sin aparente peligro, del que los defensas, el uno, el otro, maroto y el de la moto, pasan porque Becerra sale como diciendo «esta es ‘pal’ menda lerenda» pero nanay de la china, no logra atajarlo y hasta luego Lucas. El central visitante Perone se encontró con toda una portería para él y, oye, debió pensar, voy a meter la pelotita dentro. Este año, vaya usted a saber por qué, el portero local tiene más peligro que una piraña en un bidé. Demasié pal body de un público tan harto que inmediatamente lanzó un mensaje silbado al portero: «La cagaste, Burt Lancaster». Por si no tenía ya mermada su confianza el bueno de Isaac, esta semana le tocará tragar estopa porque me da que va a haber leña al mono que es de goma.