La virulenta ola de disturbios que sacude algunas localidades francesas responde a un postulado químico similar. No cabe medir sin más tal arrebato por la causa que le dio origen, la muerte del joven Nahel M. tras recibir el disparo de un policía, corresponde valorarlos en función de una brutal energía interna contenida que en cuanto prende una chispa se desborda. No, no es por un chaval abatido, sino por la sensación de que el color de la piel, el origen, la barriada, influye. Es elocuente que se les siga definiendo como emigrantes cuando los cuatro abuelos de muchos de ellos ya nacieron en Europa.
Blog sin más pretensión que la de poner un poco de orden en mi cabeza. Irán apareciendo los artículos que vaya publicando en diversos medios de comunicación y algunas reflexiones tomadas a vuelapluma. Aprovecharé para recopilar artículos publicados tiempo atrás.
martes, 4 de julio de 2023
LA CHISPA DE LA NO VIDA
Se denominan exotérmicas a las reacciones químicas que al
suceder liberan energía. Digo liberan porque la energía no se crea, estaba ya
ahí, en el propio interior de los reactivos, las sustancias que reaccionan. Al
ser esta mayor que la energía interna de los productos, las sustancias que se
forman, se genera un excedente energético que se manifiesta como luz o calor.
Ocurre que, al contrario de lo que la intuición nos sugiere, las reacciones,
por muy exotérmicas que sean, no arrancan sin recibir previamente un aporte
energético de activación, una pequeña chispa que tanto sirve para encender un
mechero como para detonar una carga explosiva.
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