En la Edad Media, cuando apenas nadie podía comer carne, los reyes y los
miembros de su corte la comían como si no fuera a haber un mañana. El ácido
úrico navegaba del estómago a las articulaciones y allí, en los dedos de los
pies, cristalizaba produciendo a los monarcas y sus ‘casi iguales’ unos dolores
malamente llevaderos. Por entonces ya se conocía la gota, pero los médicos de
la época culpaban a otros males de tales síntomas y recomendaban comer más
carne. Más ácido úrico, más dolores, persistencia en el tratamiento, más carne
y así, sucesivamente, hasta que reventaban.
Blog sin más pretensión que la de poner un poco de orden en mi cabeza. Irán apareciendo los artículos que vaya publicando en diversos medios de comunicación y algunas reflexiones tomadas a vuelapluma. Aprovecharé para recopilar artículos publicados tiempo atrás.
domingo, 25 de agosto de 2013
domingo, 18 de agosto de 2013
DESPUÉS DE LAS FIESTAS
Una de esas estadísticas realizadas a ojo de buen cubero nos dice que a los museos acuden los que llegan de fuera ya que están ansiosos por conocer la ciudad que eligieron para pasar unos días. Los propios de la tierra, sin embargo, siempre posponen la visita porque hay más días que longanizas. Al final, los días pasan y las longanizas terminan por despedir olor a rancio. Algo de ese efecto museo debe sufrirlo el Real Valladolid, muchos aficionados locales han pensado que tiempo tendrán más adelante, y han decidido que ahora es momento de disfrutar de las fiestas del pueblo, que ‘pa’ eso lo tenemos. Un conflicto que viene de nuevas, el fútbol, antaño, tenía su tiempo a partir de septiembre, las fiestas en agosto. La avaricia (y la cortedad de miras) de los ‘amos del cotarro’ no tiene límites ni en el calendario y así las temporadas se suceden sin respetar el periodo de siesta.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)