lunes, 28 de septiembre de 2020

USTED Y YO

Foto "El Norte de Castilla"
Como al año en curso le estaba faltando algo de pimienta, allá por esos días en que la primavera anda en retirada, alguien quiso ver un cocodrilo en ese punto donde el Duero coge la fama porque el Pisuerga le regala el agua. A saber qué fue lo que en aquel lugar flotaba y que arrastró las mentes de los testigos que juraron y ‘rejuraron’ la certeza de su avistamiento. Pero no sorprende, las historias de cocodrilos fuera de su entorno son demasiado recurrentes desde hace casi un siglo. Luego, será por miedo, será por exotismo, miles de personas lo creyeron, los relatos cuajaron, se propagaron, aparecieron crónicas similares, se realimentó la creencia, y vuelta a empezar. Y así tuvimos entre manos una leyenda urbana.