martes, 27 de febrero de 2024

LA CAUSA VIENE DESPUÉS

Las primeras imágenes, tras leer que un joven vallisoletano había muerto en Burgos a resultas de un puñetazo traidor, reflejaban las frecuentes peleas que distorsionaban la rutina estruendosa y etílica de las noches de fiesta de mi antaño. Variaban los motivos -un pisotón, una mala mirada, una afrenta remota, un ‘me dijo tal’, un ‘no quitaba el ojo a mi chica’…- mucho más que los protagonistas, (casi) siempre la misma gente, siempre guarnecida en un grupo, siempre amparada tras una coartada. El impulso violento latía mucho antes de que la pelea se desencadenase; la excusa se elige después, acorde a las circunstancias, de entre las del repertorio dispuesto. El azar, entonces, se limita a presentar a la víctima propiciatoria.