jueves, 19 de julio de 2012

DE LA POLÍTICA

Hubo un tiempo en que las guerras se parecían demasiado a la sátira de Gila. Moría gente, pero todo con un orden. Estaba definido el día, la hora y el campo de batalla. Otra cosa eran las invasiones bárbaras que llegaban en oleadas y arrasaban lo que pillasen por medio. En la guerra clásica, sin embargo, se respetaban los tiempos y las formas. La modernidad acabó con todo eso. Había que ganar y para conseguir ese objetivo las sutilezas siempre son obstáculos.
En el tratado ‘De la Guerra’,  Carl von Clausewitz afirma que estas son "la continuación de la política por otros medios". Pues bien, el arte contemporáneo se ha encargado de retorcer la realidad hasta invertirla, ahora los gobiernos occidentales han desdibujado la política hasta reducirla a una continuación de la guerra por otros medios. Seguimos con von Clausewitz: “La guerra constituye un acto de fuerza que se lleva a cabo para obligar a un adversario a acatar la voluntad del otro”. No me digan que hoy la política no es eso.