martes, 9 de abril de 2019

BIEN SUBO CUESTA ABAJO

Foto "El Norte"
La sabiduría popular está plagada de refranes, aforismos o sentencias que ponen de manifiesto el dispar comportamiento del ser humano ante el resto de sus congéneres en función de si a estos las vacas les dan buena leche o se les ha puesto mal el ojo a sus yeguas. Existen incluso conceptos, viene al caso 'amigo de conveniencia', que muestran cómo la apariencia de amistad no es sino una pose que se adecua a las circunstancias concretas.
Estos ojitos han visto una persona jugándose –es una forma de hablar, en realidad licuando– sus dineros en una máquina tragaperras. La escena llama a la conmiseración, la ludopatía es, y cada vez afecta a un mayor número de personas, una terrible fuente de sufrimiento. En un momento determinado la máquina diabólica soltó algunas monedas provocando el típico bullicio. Un cliente del bar, conocido del jugador, se acercó a este y sin tener en cuenta si el número de monedas introducidas excedía al de las ahora vomitadas, dejó caer que, con lo afortunado que era, lo menos que podría hacer era invitarle al café que tenía pendiente.