Avanza la campaña sin la sorpresa de que haya sorpresa
alguna. Avanza porque tiene que avanzar, porque los días se suceden y todo
tiene su fin. Por si se la han perdido, se la resumo: todos piden que les
votemos porque ninguno es el otro. Siguiendo
la lógica de Napoleón -si es huérfana, es derrota-, cuando nadie asume la
responsabilidad del andar por donde andamos, señal de que caminamos perdidos
Nadie es Mañueco, responsable civil, bien directo por
pertenencia, bien subsidiario por acarrear las mismas siglas, de los gobiernos
de la comunidad de los siete lustros que nos anteceden.
Mañueco no es Sánchez. Con eso le da para rehuirse, para prometer como si fuera un recién llegado, para presentarse como alternativa. Fin.