Sicilia, antes de ser
asociado a la mafia, Francis Ford Coppola mediante, antes aun de que la Cosa
Nostra, con sus capi, sus numerali y sus consiglieri se adueñaran de la isla, ya
tenía su historia en relación a los amigos del engaño y el robo. Allí, en
Siracusa, nació Arquímedes, el sabio que salió de su casa corriendo en pelota
picada y gritando ‘eureka’ a los cuatro vientos. Al Arquímedes zambullido en la
bañera le había visitado la inspiración, como si fuera un chasquido, su cerebro
hizo un clic y él pudo concluir que el volumen del agua que asciende es igual
al del cuerpo sumergido. De esta manera,
ayudó a su rey Hierón II a saber a ciencia cierta si su joyero le había timado
cuando le vendió la corona garantizándole que estaba fabricada solo con oro.