martes, 22 de noviembre de 2022

LAS REFORMAS ESTÁN EN EL VIENTO

Sopla un aire tempestuoso sobre las hojas del árbol del Código Penal. En doble sentido, además, tan agitado de ida como tormentoso de vuelta. No hay otra. No habitamos un tiempo de debates sosegados, aquí y ahora no caben acuerdos.

Ni los sorbos de este café podrían apañar una tribuna jurídica, ni el hueco de un artículo ofrece espacio para desmenuzar lo que pueden suponer las tres reformas que copan el debate de la actualidad: la reforma de la sedición, la de la malversación y la del ‘solo sí es sí’. Y el análisis de propuestas de este calado solo tiene sentido si se ofrece completo, troceado y realizado después de haber lanzado la mirada desde las diferentes perspectivas posibles. Lo demás no supera la definición de controversia interesada, se limita a corear eslóganes vacíos, consignas proteínicas para la digestión de los propios.

miércoles, 9 de noviembre de 2022

DOBLE RECITAL INOCUO Y MEDROSO

Desde que era niño he escuchado a un buen puñado de gente recitar loas a Alemania y demás nórdicos, suspirar con envidia, anhelar el imposible de que nuestra España se les pudiera parecer. Pues bien, al menos en un detalle, Mundial mediante, les vamos a imitar: la Liga tendrá parón, será de dos vidas, cinco menos que un gato. Concluye la primera, para un pobre como el Pucela toda ella consiste en llegar vivo a la segunda, y a ser posible sin urgencias. Objetivo sobradamente cumplido pese al sabor amargo del último trago. El partido de San Mamés, precisamente por esta ubicación en el calendario, requería un golpe en la mesa, un puñetazo esclarecedor que ahuyentase el estruendo de conformismo que retumba en estas tierras cuando el agua baja del nivel del cuello.Hubo amagos de que sí. Tres. El Pucela salió animoso, insolente. Guardiola acertaba en todo. Pero las tres quedaron en rasguño. Dos, por remates impropios de Weissman. El Athletic necesitó menos, con una le fue bastante. Gol a la primera aunque se certificase a la segunda. Este menda, que aun de pueblo fue portero, conoce la rabia de que un paradón sea el preámbulo de un nuevo y mortal remate.

Y ESTO, ¿CUÁNDO LO ECHAN?




Cuando me topo con la grabación televisiva de una entrevista callejera en la que se plantea algún asunto de actualidad a quien pasaba por allí, ralentizo el paso con el propósito de, sin que se note, husmear sobre la materia tratada y curiosear al respecto de la desenvoltura ante el ojo de la cámara de gente inhabituada a copar tal protagonismo. Al final, cuando la grabación ha concluido, justo cuando la persona en cuestión está a punto de marcharse, como en un acto reflejo, se vuelve y, con una sonrisa entre tímida y coqueta, pregunta:

-          Y esto, ¿cuándo lo echan?

Salir en la tele, para el común de los mortales, no deja de ser un acontecimiento, un hito que se recuerda. A algunos les genera tal fascinación que fuerzan situaciones para que alguna cámara se dirija a ellos. Salir por salir, por decir que se ha salido, como los espontáneos que interrumpen cualquier espectáculo de masas.

domingo, 6 de noviembre de 2022

SUFRIR, SUFRIR, SIEMPRE SUFRIR

La persona que componga el próximo himno del Pucela no debería eludir una referencia a la inexorable angustia, al forzoso padecimiento, que el equipo obliga a una afición que asume su condición como una peculiaridad congénita. Si el encargo de renovación musical se retrasa, cabría añadir a modo de apostilla una estrofa que lo reseñara. Al fin y al cabo, la palabra 'sufrir' rima en asonante con 'Valladolid', circunstancia que allana sobradamente el empeño. Ni adelantándose por dos a cero. Entonces aparecerá un despiste propio que propiciará el recorte de la diferencia. Ni faltando dedos en las manos para contar los remates con marchamo de gol. Ese día el portero rival elevará sus prestaciones –lo de Edgar Badía, de habitual buen cancerbero, entra en el registro de lo sobrenatural– para mantener la zozobra en la grada. Ni jugando bien, ni mal, ni atacando más, ni atrincherándose a retaguardia... No parece haber manera de comer el bocadillo sin añusgarse. Serán de tortilla idiosincrásica.