martes, 30 de julio de 2002

BASKONIA Y ALAVÉS

El próximo domingo se celebran, ya lo saben, elecciones en Euskadi. Como prólogo y epílogo dos clubes de esa tierra pueden marcar, sino lo han hecho ya, un hito en la historia del deporte vasco. Dan lustre a su talento con modestia, trabajo y un objetivo en el que todos se sienten corresponsables y por este camino están a un solo paso de alcanzar una cima en el deporte. Son dos proyectos consolidados con ambición, sensatez y eficacia que han conseguido formar un corpus indivisible con lo que es realmente un club: sus aficionados. Lo grande es que  los seguidores, vascos, se sienten representados en unos jugadores que llevan su nombre en las camisetas ( y esto no es metáfora). Pues bien,  estos deportistas que hacen grande a Euskadi son un ejemplo de globalización sin puertas en el estrecho, han nacido en los más variados rincones del orbe, de Uruguay a Lituania, de Estados unidos a Noruega. Y esa es la lección, un equipo, una sociedad se hace entre quien quiere hacerla. Y para eso es necesario sobreponerse a los instintos primarios. Y estos no sólo nacen de una parte.               

lunes, 29 de julio de 2002

DÍA SIN COCHE

Mientras los ciclistas trazan las últimas curvas por las rutas de España, otras bicicletas más modestas e igual de sacrificadas tratan de abrirse paso entre largas hileras de furiosos conductores cuyas meninges condicionan el uso de la bici a la práctica deportiva, pero nunca aceptarán que esas dos ruedas sean una alternativa seria de transporte. Es lógico, el coche es el estandarte de la libertad entendida como hecho personal y exigente de unos derechos, un campo abonado para comportamientos individualistas empapados de simpleza intelectual. La sutileza del discurso de la bici se adentra en otro plano, paralelo al anterior, del concepto de libertad, entendiéndola como un deber con los demás. Sin un cambio de actitud, asumido por buena parte de los que hoy se montan en el auto hasta para ir a mear, el día internacional sin coche se convierte en un día cargado de discursos hipócritas de políticos que no tienen el valor suficiente para tomar medidas de calado que recuperen la ciudad para sus gentes.