lunes, 20 de marzo de 2017

MOMENTO DE CAMBIO

Hay momentos en la vida en que te cambia la perspectiva. Duran un instante, un apenas nada que te sitúa en otro plano diferente a ese en que, aunque fuese por simple inercia, tú mismo te ubicabas un segundo antes. Una frase sencilla, una imagen fugaz que te atraviesa el cerebro, son suficiente empujón para voltear tu punto de visión. Uno siente que ha dejado de ser un niño ese día que, con trece o catorce años, estás jugando un partido de fútbol sala y alrededor merodean unos mocosos. Hace nada tú eras uno de esos, les miras con cierta displicencia, te sabes mayor que ellos pero sientes que son de tu categoría. De repente, se les escapa la pelota con la que juegan y cae cerca de ti. Uno de los mocosos te avisa: «Eh, señor, por favor, nos puede acercar el balón». Ese ‘señor’ atruena en tu cabeza. Un rato antes tu padre te había reñido por cualquier cosa; ahora se dirigen a ti con un ‘por favor’, tratándote de ‘usted’ y llamándote ‘señor’. Los niños ya no te ven como uno de los suyos, ya no eres uno de los suyos.