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Foto "El Norte de Castilla |
Pirineos arriba, anda la cosa revuelta con el tema de las
pensiones. Una de las claves, el retraso en la edad que fija la barrera de la
edad activa. Otra, la poca complacencia de los trabajadores franceses con quien pretende utilizar la tijera para cortar alguno de los derechos que heredaron de generaciones pretéritas. Pirineos abajo,
la noticia es el aumento del SMI a 950 euros. Un incremento que, pese a haber
sido rubricado por la patronal, ha levantado ampollas en ciertos sectores
empresariales que aventuran hecatombes laborales.
Al norte, la calle recalca que trabajamos mucho, al sur la
medida gubernamental pretende que los que ganan poco no ganen tan poco. En el
fondo, dos caras de una misma moneda: dedicamos mucho tiempo a trabajar y, a
pesar de ello, un alto número de personas apenas consiguen ingresos para
sobrevivir con cierta holgura, forman parte de ese difuso y disperso conglomerado que se ha dado en llamar con el paradójico pero
atinado ‘trabajadores pobres’.