Las
estadísticas son una forma de engañar como cualquier otra, una forma de
explicar lisa y cuadrada facetas que son ásperas y redondas. Sirve para
ofrecer frías pistas pero estas, sin contexto ni sentimientos, tienen
el mismo valor alimenticio que el agua hervida. Ayer, lo sabéis,
falleció Severiano Ballesteros. Su palmarés es extenso pero hay algunos
que le superan. Atendiendo a los datos, Seve pertenece al club de los
grandes pero sin ser el más grande. Sin embargo lo es, lo sigue siendo,
por impacto y talento, por el valor añadido que supone ser un pionero.
Cualquier campo de tulipanes en Holanda puede ser hermoso pero no es
comparable con la belleza de una flor que brota por generación
espontánea en un erial, una flor que, con la ayuda del viento, tiene
fuerza para hacer verdeguear un desierto.