viernes, 31 de enero de 2020

REALIZARSE EN EL TRABAJO

Foto "El Norte de Castilla
Pirineos arriba, anda la cosa revuelta con el tema de las pensiones. Una de las claves, el retraso en la edad que fija la barrera de la edad activa. Otra, la poca complacencia de los trabajadores franceses con quien pretende utilizar la tijera para cortar alguno de los derechos que heredaron de generaciones pretéritas. Pirineos abajo, la noticia es el aumento del SMI a 950 euros. Un incremento que, pese a haber sido rubricado por la patronal, ha levantado ampollas en ciertos sectores empresariales que aventuran hecatombes laborales.
Al norte, la calle recalca que trabajamos mucho, al sur la medida gubernamental pretende que los que ganan poco no ganen tan poco. En el fondo, dos caras de una misma moneda: dedicamos mucho tiempo a trabajar y, a pesar de ello, un alto número de personas apenas consiguen ingresos para sobrevivir con cierta holgura, forman parte de ese difuso y disperso conglomerado que se ha dado en llamar con el paradójico pero atinado ‘trabajadores pobres’.  

martes, 28 de enero de 2020

NI PALETOS NI PAPANATISMOS

Imagen "El Norte de Castilla"
Aún recuerdo aquel Gobierno que sentaba en la mesa a tres que antes habían presidido nuestra comunidad autónoma: José María Aznar, Juan José Lucas y Jesús Posada. Los tres habían, así se decía, dado el salto a Madrid como si sus presidencias de Castilla y León hubieran sido poco más que un trampolín desde el que impulsarse hacia responsabilidades serias. Como si el paso por los desempeños en estas tierras no fueran más que catas para evaluar meritorios.

viernes, 24 de enero de 2020

LOS PATOS HIPOTÉTICOS

Mi barrio no es especialmente bonito, es así, qué se va a hacer; pero cuenta con una circunstancia que lo convierte en particular: está prácticamente rodeado por corrientes de agua. Por eso, cuando alguien se acerca por la Victoria con la intención de que demos un paseo, terminamos acompañando al Pisuerga o al canal de Castilla. En una de estas, el paseo se dio con una amiga que nunca antes se había acercado por aquí. Subimos por la calle Fuente el Sol hasta encontrarnos con el canal en la pasarela, giramos hacia la izquierda buscando la dársena, atravesamos la avenida de Gijón sobre la tubería en la que el agua se esconde y cerramos el circuito acompañando al canal en el tramo previo a hundirse bajo el molino que luego fue hotel de infausto recuerdo. Ahí, justo donde el Canal desaparece antes de desaguar, con un frío de mil demonios, le comento a mi amiga que ese día el escenario parecía desvaído, que habitualmente suele haber algunos patos o aves de la misma condición. Su lógica se activó.

lunes, 20 de enero de 2020

EMPEÑO E INFORTUNIO

Imagen "El Norte de Castilla"
Hace 105 años, una revista satírica de título 'Puck' publicó un dibujo de un tal W.E. Hill. No me pregunten qué significan la W y la E del nombre del caricaturista ni dato alguno concerniente a su biografía, que ni idea. Del dibujo, sin embargo, puedo afirmar que hizo fortuna hasta el punto de suplantar y hacer olvidar uno similar que circulaba en postales alemanas un cuarto de siglo antes e ilustrar muchos textos como mi libro de Filosofía de 3º de BUP. Hill tituló su versión 'Mi mujer y mi suegra'. Podríamos imaginar, parecería lo natural, que el dibujo refiere una estampa familiar en el que se asomasen las dos mujeres, madre e hija. Tal vez, el autor, en una humorada, hubiera aprovechado para plasmar en los dos rostros todos los prejuicios masculinos propios de las dos condiciones:a la esposa como dechada de virtudes y a la suegra como una mala bruja. Pero no, el ilustrador estadounidense pretendía jugar con la mente del observador:en realidad el dibujo era el de una sola mujer que, eso sí, podría parecer una anciana narigona, pelín cabizbaja, si lanzamos la mirada desde arriba hacia abajo o una joven, altiva, con pose aristocrática, con el cuello girado hacia su derecha si la perspectiva del observador es la opuesta.

viernes, 17 de enero de 2020

HIPÓCRITA, PRECISAMENTE, NO

Foto "El Norte de Castilla"
Resulta curioso, tan hipocresía es dejar de hacer algo por aquello del qué dirán, evitar algo que se percibe que será mal considerado, como entonar un discurso que ensalza lo que parece deseable mientras, en paralelo, las acciones del orador contradicen la letra de la diatriba. 
Pues bien, a pesar de la perversa fama que arrastra la hipocresía, da la sensación de que por momentos se la echa de menos. Así ha sido, por ejemplo, con la reacción a la propuesta de nombramiento de Dolores Delgado como Fiscal General del Estado por parte del Presidente del Gobierno.
No ha gustado a crítica y público la designación de Delgado porque, habiendo sido hasta la víspera ella Ministra de Justicia, pone en entredicho no sé qué independencia del poder judicial en España. ¡Cómo si tal independencia no estuviera más que en entredicho! Y ojo, un entredicho que no viene de los otros dos poderes per se sino, y aquí se asienta la clave de bóveda del edificio de la creciente desafección, de los partidos políticos, con certeza de los que tuvieron todo el poder y no tienen pinta de desmarcarse los que han llegado con ínfulas limpiadoras. Es natural que cuando suceden estas cosas se hable de colisión de poderes, cuando en realidad a lo que asistimos es a la pelea por infiltrar los intereses de cada partido en los tribunales a través de peones propios para extender hasta ahí una guerra que cada vez es más sin cuartel.

viernes, 10 de enero de 2020

HASTA QUE LA TELA AGUANTE

Foto "El Norte de Castilla"
El tamaño de las cosas está directamente relacionado con la distancia desde la que las miramos. Hasta anteayer, martes, al mediodía, parecía no haber más tema que la elección presidencial y la relación de esta con los asuntos locales. Los discursos, alegatos y peroratas desbarraban desde una perspectiva, la de quienes consideraban que la decisión del Parlamento supone el principio del fin de la integridad económica y territorial de España, y desde la otra, la que aventura unos venturosos tiempos de abundancia amor y armonía. Entre medias, una mayoría, quiero suponer, más o menos contenta con la designación, que entiende sin necesidad de aspavientos hiperactuados que las aguas volverán a su cauce y ‘por sus obras, les conocerán’. Hasta anteayer a mediodía, justo antes de que al caer la noche el mundo nos diese otro baño de realidad y nos hiciese percatarnos de que lo que parecía enorme puede no ser nada frente a la escalada bélica que se ha iniciado en el Medio Oriente.

domingo, 5 de enero de 2020

EL FRÍO QUE SE PUEDE SENTIR

Foto "El Norte de Castilla"
Escuché a los viejos, tanto a los de Rasueros como a los de Valladolid, decir que el frío ya no es lo que era. Los del pueblo rememoraban nevadas que cuajaban, recordaban que el agua del grifo no corría porque se había congelado en las cañerías subterráneas; los de Pucela se regodeaban contando cómo se jugaban el tipo atravesando el Pisuerga o el Canal de Castilla helados, bromeaban con que 'en su época' no había nieblas en plural, que solo había una que empezaba en octubre y no alzaba el vuelo hasta casi la primavera. Ahora que empiezo a ser viejo, voy asumiendo el papel que, si la biología tiene a bien, me ha de ir correspondiendo, y aprovecho los viajes al pueblo para contarle a mi hijo que de los tejados colgaban hacia la calle chupiteles de más de un metro o narrarle alguna historieta como cuando, convencido de que resistiría, salté sobre la placa de hielo de una zanja –el asfalto y la canalización aún no habían llegado– y termimé embarrado de pies a cuello precisamente el día en que mi madre, por mor de la matanza, más trabajo tenía.

viernes, 3 de enero de 2020

LA ESPAÑA ROJIRROTA

Foto "El Norte de Castilla" 
No digo que la Tierra vaya a dejar de dar vueltas al Sol, que eso seguirá siendo mientras nuestra estrella siga ahí como centro gravitatorio. Tampoco, Dios me libre, que en los próximos 365 días vayamos a palmar todos: aunque no faltará alguna localidad en la que el adjetivo 'vacío' salte del terreno de las metáforas al de la perfecta definición, el conjunto de los vivos en nuestro país se mantendrá en sus muchos millones. No, afirmo, sin más, que, a tenor de una corriente ciertamente numerosa -aunque incuantificada, no sabemos si se compone del 15, del 25…o del 93,48%-, esta ha sido la última Nochevieja en España. A partir de ya, en cuanto el gobierno que se avista tome posesión, será el llanto y el crujir de dientes. Para dentro de un año, o bien mandan los separatistas y no quedará España o se imponen los rojos y, a falta de lechazo, champán y uvas, nada podremos celebrar. Eso, sin descartar que ya no quepa especulación acerca de si la catástrofe vendrá por el puerto de la ruptura o aterrizará en el aeródromo de la rojura: en doce meses ‘los traidores’, al alimón, son capaces de perfilar una España rojirrota.