jueves, 25 de mayo de 2023

YO TENGO UN GOZO EN EL ALMA, ¡GRANDE!

Ha habido, pocos pero ha habido, algún triunfo del Pucela que me ha provocado un placer similar; jamás, sin embargo, se produjo derrota del Barça que me provocara más gozo, que disfrutara con mayor deleite, en la que celebrase con mayor carga de alivio el triple pitido final. Cuenta que no son tantas las victorias blanquivioleta ante los azulgrana, otras dos en lo que alcanza este siglo, ambas en Zorrilla. Para toparse con la inmediatamente anterior, la memoria habrá de desandar casi un decenio, hasta marzo de 2014. Las huestes pucelanas, entonces dirigido por Juan Ignacio Martínez, JIM, –aquel entrenador que vestía como lo habría hecho cualquier señor castellano para ir a misa un domingo cualquiera–, se impusieron con el gol único y suficiente de Fausto Rossi. Para atinar con la previa, corresponde escarbar hasta el subsuelo de la centuria, hasta octubre de 2002 cuando, al mando de Moré, primero Aganzo y posteriormente Pachón taladraron la portería culé y convirtieron en inútil el postrero tanto de Saviola.