sábado, 17 de septiembre de 2022

TENÍAMOS EL FUEGO

La convivencia genera en cualquier pareja fricciones que, lejos de alimentar la llama, pueden desgastar su relación. Lo indefectible es que la rutina del día a día provoca menos emoción que la que hace vibrar durante el tiempo en que se fragua el idilio. Por eso las películas románticas concluyen con un beso que actúa como pistoletazo de salida. Si prosiguieran y mostraran la relación, dejarían de aparecer en el estante de las románticas. Algo así ha ocurrido a parte de la afición del Pucela con Sergio: el flechazo ha dado paso a la ojeriza y el resentimiento. El caso es que ha vuelto al que fuera su hogar presentándose como víctima propiciatoria al frente de un equipo que arrastraba un funesto doble cero: en la puntuación y el número de goles a favor. Lo que en otras tierras se hubiera apreciado como una oportunidad, en las inmediaciones del Zorrilla despertaba temblores por la costumbre local de reanimar moribundos cortando las sogas estadísticas negativas que les negaban el oxígeno.