sábado, 28 de septiembre de 2013

EL PUCELA CREE

En la ‘Fábula de los tres hermanos’, Silvio Rodríguez se refiere sucintamente a la forma con que tres jóvenes abordan sus caminos vitales con objetivos que nunca terminan por conseguir. Del mediano dice que ‘para nunca equivocarse o errar, iba despierto y bien atento al horizonte pero no podía ver la piedra, el hoyo que vencía a su pie y revolcado siempre se la pasó'. Así era la Teología y ese parecía ser su destino, buscar a un hipotético Dios mirando al horizonte desdeñando la realidad. En el siglo XVI, un grupo de profesores de distintas universiades españolas y portuguesas, agrupados bajo el epígrafe de Escuela de Salamanca por la influecia de Francisco de Vitoria, pretenden bajar la mirada al suelo sin despegarla del cielo, aunar la filosofía humanista que florecía en el norte de Europa con la teología tomista más arraigada en la península.