En cualquier dictadura existe
paranoia en doble dirección. Los súbditos se sienten controlados conscientes de
que el régimen escarba con millones de orejas hasta en los espacios más
recónditos. Los jerarcas temen cualquier movimiento porque en todo intuyen un
intolerable vestigio de disidencia y saben que cualquier golpe puede horadar su
tiranía. En esas condiciones, aparentemente, solo pueden escribir los que
quieran garantizar su jornal y toman nota de lo que el régimen quiere leer o
los temerarios que ponen su nuca a disposición de cualquier bala. Sin embargo
hay un tercer grupo, el formado por personas que son capaces de enviar mensajes
a los lectores más allá del tenor literal de sus palabras. Durante el
franquismo se hablaba de ‘leer entre líneas’.
Esos mensajes encriptados también
pueden surgir de forma involuntaria, escaparse del subconsciente del autor.
Probablemente no haya habido una visión más demoledora de la España franquista
que la que podemos ver en la película ‘Historias de la radio’. Su director,
José Luis Sáenz de Heredia, era, sin embargo, un hagiógrafo del dictador que
llegó a ocupar importantes cargos oficiales. En su película quiso resaltar la
bondad de los españoles en tres cuentos con final feliz. Lo que vemos, sin
embargo, es algo distinto: finales inverosímiles para edulcorar una realidad
perfectamente descrita, la de niños que morían por enfermedades curables, la de
personas honradas que han de robar para sobrevivir porque los sueldos eran
miserables.
Algo parecido le ha ocurrido a
Campofrío. Tras cerrar seis de sus fábricas y despedir a 1800 trabajadores, o
quizá olvidándolo, difundió un anuncio publicitario que pretendía asociar el
optimismo a su marca. Pero erraron el tiro porque la imagen de Fofito y el
sonido de ‘Suspiros de España’ arrancan otras sensaciones. Como Sáenz de
Heredia, Campofrío quería decir algo y se oía lo opuesto. La asociación
Alternativa Universitaria ha captado el mensaje, ha sabido leer el ‘entre
líneas’ y lo ha plasmado en otro vídeo sublime. Todo más clarito.
Publicado en "El Norte de Castilla" el 17-01-2013
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