El cerebro, a su manera, contribuye en el metafórico 'lamernos las heridas' diseñando escenarios alternativos a la realidad desoladora que se impuso, tachando procederes que conducían ineludiblemente a tal tormento, fabulando enmiendas a la propia respuesta consumada durante el trance que originó la aflicción. En el fondo, consciente de que la ficción nos sirve como bálsamo, el cerebro pretende mantener vivo el deseo simulando que podrá ocurrir lo que nunca aconteció, mantener viva la esperanza aparentando recorrer la historia que un día se truncó. Con este lametazo a nuestro interior ulcerado, vamos, paulatinamente, asimilando la irreversibilidad de lo perdido.
Blog sin más pretensión que la de poner un poco de orden en mi cabeza. Irán apareciendo los artículos que vaya publicando en diversos medios de comunicación y algunas reflexiones tomadas a vuelapluma. Aprovecharé para recopilar artículos publicados tiempo atrás.