Mucha agua ha atravesado el mismo Puente Mayor que ambos cruzamos casi a diario desde que, más de un decenio atrás, me correspondió, en el marco de una actividad organizada en su propia sede por Izquierda Unida, introducir -aportar calor a los fríos datos estadísticos, apostillé entonces- la presentación del informe de la Fundación FOESSA sobre exclusión y desarrollo social en España que mi vecino Goyo habría de efectuar.
Se establece la relación. De un lado, FOESSA, Cáritas, la Iglesia; del otro, parte de la izquierda organizada de aquel entonces. Anatema para algunas personas. Relación de simbiontes para otras que, en la opción preferencial de la una, en el propósito connatural de las otras, encuentran, en un terreno colmado de carencias, un espacio de encuentro para, si no saciar, al menos mitigar hambres, sedes e intemperies de dignidad y justicia.
De repente, Cáritas, en Burgos, se plantó ante aquellos que, aunque fuera en el culo de otros, se muestran deseosos de patear a los desfavorecidos. No duden: quien pretende excluir al último, de conseguirlo, mostrará idéntica intención con el nuevo último.
La izquierda -esa izquierda un tanto anonadada que se percibe élite, que mira por encima (cosa fea, por más que uno pretenda tener la razón, ya que aleja de la persona mirada) al que considera inculto, tosco, antiguo…, esa izquierda que no aparece cuando se la requiere y se sorprende después cuando es despreciada como se desprecia a la élite cuando se sufre- aplaude sorprendida, desconociendo en muchos casos que en parroquias de barrios periféricos, en redes como Íncola, huyen de la pompa para ofrecer el amparo desde el que los más débiles pueden forjar su dignidad, pueden esquivar una miseria que cuando dentellea genera miserables.
A poco que uno alce la vista se hace consciente del peligro excluyente de los tiempos venideros. Me viene a la cabeza otro vecino, Andrés, quien, refiriéndose a los tiempos de la clandestinidad, recordaba un chascarrillo que trasteaba con palabras de Bergamín: “Con los cristianos hasta la muerte, pero ni un paso más”.
Publicado en "El Norte de Castilla" el 19-11-2024