miércoles, 20 de noviembre de 2024

PERO NI UN PASO MÁS



Manifestación en Burgos contra la eliminación de ayudas para ONG a migrantes. Efe

Mucha agua ha atravesado el mismo Puente Mayor que ambos cruzamos casi a diario desde que, más de un decenio atrás, me correspondió, en el marco de una actividad organizada en su propia sede por Izquierda Unida, introducir -aportar calor a los fríos datos estadísticos, apostillé entonces- la presentación del informe de la Fundación FOESSA sobre exclusión y desarrollo social en España que mi vecino Goyo habría de efectuar.

Se establece la relación. De un lado, FOESSA, Cáritas, la Iglesia; del otro, parte de la izquierda organizada de aquel entonces. Anatema para algunas personas. Relación de simbiontes para otras que, en la opción preferencial de la una, en el propósito connatural de las otras, encuentran, en un terreno colmado de carencias, un espacio de encuentro para, si no saciar, al menos mitigar hambres, sedes e intemperies de dignidad y justicia.

De repente, Cáritas, en Burgos, se plantó ante aquellos que, aunque fuera en el culo de otros, se muestran deseosos de patear a los desfavorecidos. No duden: quien pretende excluir al último, de conseguirlo, mostrará idéntica intención con el nuevo último.

La izquierda -esa izquierda un tanto anonadada que se percibe élite, que mira por encima (cosa fea, por más que uno pretenda tener la razón, ya que aleja de la persona mirada) al que considera inculto, tosco, antiguo…, esa izquierda que no aparece cuando se la requiere y se sorprende después cuando es despreciada como se desprecia a la élite cuando se sufre- aplaude sorprendida, desconociendo en muchos casos que en parroquias de barrios periféricos, en redes como Íncola, huyen de la pompa para ofrecer el amparo desde el que los más débiles pueden forjar su dignidad, pueden esquivar una miseria que cuando dentellea genera miserables.

A poco que uno alce la vista se hace consciente del peligro excluyente de los tiempos venideros. Me viene a la cabeza  otro vecino, Andrés, quien, refiriéndose a los tiempos de la clandestinidad, recordaba un chascarrillo que trasteaba con palabras de Bergamín: “Con los cristianos hasta la muerte, pero ni un paso más”.


Publicado en "El Norte de Castilla" el 19-11-2024

sábado, 16 de noviembre de 2024

UN OPORTUNO PRIVILEGIO, GRACIAS

A mediados del convulso, muy convulso, siglo XIX, para variar con un pelín de retraso en España, una serie de cambios empezaban a modificar el paisaje político, social, económico e intelectual. Y también el natural, por supuesto. Desde tiempo atrás, se apuntaban transformaciones del modo de observar la realidad, de los instrumentos que posibilitaban la fabricación o el comercio. Con la máquina de vapor de Watt, la evolución aceleró de forma tal que el mundo ¬–en principio nuestra parte del mundo- se mostraba irreconocible para los ojos que unos decenios antes lo habían observado. Aquella Primera Revolución Industrial había abierto la mayor secuencia transformadora de la humanidad. Si cualquier residente del XIX hubiera lanzado la vista atrás, reconocería el mundo de sus padres, el de los padres de sus padres, el de los padres de los padres… Supondría que en unas generaciones el mismo mundo sería diferente, pero reconocible. Ni las prodigiosas imaginaciones de Verne o Wells pudieron aventurar el desarrollo desencadenado. Atisbaron pero se quedaron muy cortos. El británico, supongo que horrorizado, un año antes de su muerte pudo comprobar que la realidad en Hiroshima y Nagasaki superaba amplísimamente cualquiera de sus ficciones.

lunes, 11 de noviembre de 2024

UN NUEVO CLAVO ARDIENDO

El pasado nueve, el mismo día en que la mujer referida por Cecilia en su célebre canción recibía un anónimo ramito de violetas, un personaje de la viñeta diaria de nuestro Sansón exponía su meditación: «en este negocio nuestro de los bulos, yo siempre he preferido dirigirme a la gente más desconfiada, porque se lo cree todo». Al fin, las personas que padecen hipertrofia de la suspicacia, al recelar –con razón– de la versión oficial requieren una redacción alternativa que, por un lado, satisfaga su demanda y, por otro, confirme sus conjeturas. Claro, no siempre es cierta la narración adversa a una falsaria.

martes, 5 de noviembre de 2024

TODO TIEMBLA

La realidad se empeña en mostrarnos la fragilidad humana. Las guerras, las guerras de las que se tiene noticia, acechan a los hogares confortables. Cuando estos renglones vean luz, se estarán abriendo unas urnas, las de los EE.UU., a las que no podemos acercarnos, pero que nos competen. Decidirán también sobre nosotros, sobre vidas ajenas a los electores. Asumimos la naturaleza del poder, la vulnerabilidad ante las embestidas de otros humanos. Mientras, más fuerte, más cerca, sacuden los topetazos de la naturaleza. René Goscinny, por medio de los personajes de ‘Astérix el Galo’, nos retrotrae al único miedo cerval de las culturas de la antigüedad, a ‘que el cielo caiga sobre nuestras cabezas’. Los avances técnicos, los desarrollos sociopolíticos -en esta parte del mundo, ya digo- alejaron esos temores. Por eso cuando el cielo sacude con tal virulencia nos descoloca más, porque perdimos el pánico al poder de la naturaleza, porque a posteriori asimilamos que pudo ser menos.

sábado, 2 de noviembre de 2024

TRISTE EXPRESIÓN DE LO NO IMPORTANTE

Una vez que ya sucedía a otra, otra nueva que sucede a la anterior y que ineludiblemente será sucedida por otra, que a su vez se sumará a otra y otra y otra conforman, como los ajos de una ristra, como las cuentas de un rosario, una sarta sin fin de patentes demostraciones de inferioridad. Sin fin porque todo apunta a que no será la última de la serie, porque no atisbamos la posibilidad de reversión. Bien pensado, de las cuentas de un rosario sabemos que se acaban tras cincuenta avemarías, que tras cada retahíla de diez –una separación, un remanso, un descansillo– se recupera el resuello. Entendimos, entendí, quise entender que el partido de Vitoria habría de ser un vaso de agua, un poco de aire, el punto de apoyo para mover la tierra que frenaba sus pies. Quia. Vana ilusión. Resultó, sin más, el oasis atisbado en un espejismo, la pausa entre el primer y el segundo misterio, un margen para retomar la hilera apenas interrumpida.

domingo, 27 de octubre de 2024

HEIN, HENO CON ESPIGA DE ORO

Cinco años antes de que 'El secreto de sus ojos', película dirigida por Juan José Campanella en la que Ricardo Darín encarna a Benjamín Espósito, un pesaroso agente judicial jubilado, asistido por Pablo Sandoval, un subalterno de curda perenne, obtuviese el Oscar a la mejor película extranjera; Ricardo Darín alzó la espiga correspondiente al mejor actor de la Seminci de 2004 por su interpretación en 'Luna de Avellaneda', película dirigida por Juan José Campanella, en la que el porteño encarna a Román Maldonado, un decaído –y aun así empedernido– adalid del club que da título a la cinta, respaldado por Amadeo Grimberg, su colega de perenne curda.

miércoles, 23 de octubre de 2024

LA HUMANIDAD QUE NO LLEGA




El paso de los días despliega los aconteceres como los vendedores ambulantes las prendas de vestir en un baratillo: amontonados, superpuestos, unos se solapan con otros. Agarras alguno con la intención de reflexionar para vestirlo en tu próximo artículo y, al alzarlo, descubres otro más sugerente, que te atrae más porque se adapta a tu estilo, a tu carácter, a tu idiosincrasia, a tu corazón. A veces, como un pantalón vaquero, el acontecer es atemporal, lo nuevo no es sino una solapa de una prenda añosa: la escritura de nuevas páginas sobre un ‘lo mismo’ infinito que se añaden, tomando el título de Borges, a la historia universal de la infamia.

La noticia del fallecimiento de Mayra Gómez Kemp entierran, más si cabe, mi infancia. Materia para escribir. Mi cabeza viaja a aquel viernes en que justo antes de cenar, justo antes del ‘Un, dos tres…’, mi padre me apercibió: “Cena y a la cama”. Sorprendido -el viernes era el único día en que mis hermanos y yo veíamos la tele por la noche- pregunté el porqué. Él, serio, me devolvió una pregunta: “¿Qué le has dicho a Mundo esta tarde?”. Lo entendí todo. Otros tiempos, otros espacios. Mundo pastoreaba sus ovejas al lado de la era de Ferino, donde jugábamos al fútbol. Me llamó para pedirme que le fuera a comprar un paquete de tabaco. Le respondí que estaba jugando, que si acaso, un acaso que no se produjo, iría más tarde.

Descarto la idea, la infamia eterna -los vaqueros- destaca en el mercadillo. Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, asume los postulados de Giorgia Meloni y sugiere subcontratar países para construir en sus territorios centros de detención de emigrantes en situación irregular.

Descarto la idea que descartaba la anterior. Sansón, en estas mismas páginas, en su viñeta del miércoles dieciséis, plasmó todo lo que al respecto cabe plasmar. Nada cabe añadir. Vuelvo a Mayra, a aquel viernes. Cené y, esperando una clemencia que no llegó, me fui  triste a la cama.


Publicado en "El Norte de Castilla" el 22-10-2024

domingo, 20 de octubre de 2024

LA LEY DEL CENTÍMETRO

Que la trama va a ir de límites queda atestiguado ya en el título, 'La ley de la frontera', de la película que Adolfo Aristarain estrenara en el 95. Tan de límites que la acción arranca en 1900, en esos días de la centuria previa aledaños al siglo veinte, cuando a unos pasos de Galicia, pero en Portugal, ve la luz João y, en paralelo, a unos pasos de Portugal, pero en Galicia, viene al mundo Xan. Los dos nacen con las páginas del destino rebosantes de designios que subordinaban sus respectivos futuros: el primero estaba incardinado a la vida religiosa; el segundo, condenado a batallar en una guerra tras escapar de otra pena, la de picar piedra de por vida en una cantera. Ambos, llegado el momento, se empeñan en rasgar unas directrices que les condicionaban, en huir de un porvenir que les asfixiaba. Huir en sentido literal: en sus entornos todo conspiraba para imponer el camino señalado. Huir al otro lado, a donde cada uno aspiraría a caminar sin más imposición que la de sus propios pies. A João -Pere Ponce- y a Xan -Achero Mañas-, la frontera se les convierte en línea de separación entre el aliento del perseguidor y el terreno expedito para extender las alas, entre la vida y la muerte. En sus evasiones cruzadas caminaron hacia un inexorable encuentro que nunca podría satisfacer a la vez a los dos.

martes, 8 de octubre de 2024

Y LOS PLATOS SIN FREGAR

Se define la entropía como la magnitud física con que se tasa la organización de un sistema termodinámico. Pues bien, el segundo principio de la termodinámica revela que los procesos espontáneos producen aumentos de la entropía. Vaya, que la entropía siempre crece; que los sistemas son irreversibles y muestran una tendencia al desorden; que al llegar a casa uno nunca encuentra limpios los platos que antes de salir había amontonado en el fregadero.  

Las organizaciones políticas, paradigmáticos sistemas termodinámicos, responden fielmente a este principio. Aparentemente, advertimos lo opuesto: cada vez existe más orden, menos enfrentamiento, apenas discusión. En realidad, tales circunstancias no son sino síntomas de una afección: el vaciamiento del artículo sexto de la Constitución. Por cinismo unos, otros por resignada animosidad, con la excusa de ‘la unidad’, con el señuelo de no perjudicar al partido en unas siempre cercanas próximas elecciones, han tornado en mera herramienta al servicio de camarillas empoderadas al “instrumento fundamental para la participación política”. De que “su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos”, por obvio comentario, ni hablo.