domingo, 22 de septiembre de 2024

PROBLEMÁTICA CENTRAL

Siempre resaltamos la armonía y la sincronización como requerimientos imprescindibles para ejecutar un trabajo en pareja. Damos por hecha una previa avenencia: un acuerdo en donde se especifique el reparto de la faena. El 'tú, esto y tú, aquello' –al estilo de la asignación de responsabilidades descrita con la delicada voz de Alberto Pérez en la canción 'Nos ocupamos del mar' compuesta por Javier y Jorge Krahe–, referido a la pareja de centrales, les indica cómo tienen 'dividida la tarea'. Así ambos tendrán claro quién 'cuida de las olas' y marca al delantero rival, quién 'vigila las mareas' pendiente de salir al cruce; quién aborda 'troncos, frutos y flores' abandonando su espacio en la persecución del rival, 'quién riega lo escondido' cubriendo la espalda al compañero expedicionario. Para la adjudicación de uno u otro rol, el entrenador valora la capacidad técnica, la física y el carácter de cada elemento del par y determina, tras 'tratar todas las cosas' y 'según son los talantes', a quién se asigna 'lo que tiene importancia', a quién 'todo lo importante' para que –'al llegar la noche', 'cansados', no imperiosamente uno al lado del otro, sin necesidad de que unas manos se acomoden en el costado del compañero–, satisfechos, puedan dormir sin nada que reprocharse.

En el Valladolid, sin embargo, la de central se ha convertido en una profesión eventual, precarizada, contingente,... Huelga repetir que el más asentado, el de mayor proyección, Boyomo, optó (¿tuvo que optar?) por otros destinos. Javi Sánchez se aburre contando sus episodios incapacitantes. Juma Bah, hasta la víspera un desconocido, con apenas un partido en el filial, asumió de sopetón marchamo de titular. Cömert y Cenk, por trayectoria, movimiento, coyuntura y carta de presentación, generaron desconfianza y fueron tildados de mal al que agarrarse en espera de la apertura de un nuevo mercado que habría de convertirles en vaga pesadilla. Juric retrasó unos metros su ubicación; tal vez por idoneidad anatómica, por afinidad posicional, fue el elegido cuando no hubo jugador específico al que recurrir. Bueno, quedaba David Torres, pero por zurdo, por joven, por tierno, por blando, por esto o por aquello, Pezzolano le ha colocado en el escalafón justo dos renglones por encima del cuadro de meritoriaje.

...Y de riesgo. Como si una maldición trabajase a destajo, uno detrás de otro va ocupando plaza en la enfermería. Y eso que aún no han llegado las nieblas, ni el invierno ha removido sus vientos víricos, ha extendido sus fríos entumecedores.

Hein, guardaespaldas de los guardaespaldas, obligado a intimar con sus centrales por el imperativo de pasarles y recibir de ellos la pelota, se va a alborotar. Tanto ajetreo supondrá que las inmediaciones del área le parezcan una zona de quedada; que el año de aprendizaje en Pucela derive en una sarta de nuevas relaciones similar al de cualquier universitario de Erasmus.

Al menos, esta vez, entre uno y otros no han permitido que, junto a la Real Sociedad con su Becker, volvieran las oscuras golondrinas.


Publicado en "El Norte de Castilla" el 22-09-2024

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