Yo acuso a TOMÁS BURGOS
GALLEGO, a ANA TORME PARDO y a JOSÉ GARCÍA HERNANDO de connivencia cobarde con
la ultraderecha estadounidense en la ejecución de decenas de miles de
inocentes, de torpedear el espíritu de Naciones Unidas respaldando una
diplomacia mafiosa que pretende comprar voluntades en forma de votos para
justificar el saqueo de un pueblo, de escamotear el debate social arropando sus
vergüenzas en eufemismos al no ser capaces de respaldar públicamente el propósito
belicista mostrado con sus votos, de no secundar el ansia de sus representados
–entre ellos una hermosísima mayoría de los que les votaron-, de colocar a
España en la tesitura de tonto útil en el plan bushiano para urdir un mundo
unipolar en el que el derecho internacional se confine en las órdenes,
necesariamente interesadas, expelidas por la Casa Blanca.
Ellos tres son los diputados
del Partido Popular por Valladolid que, el martes pasado, dieron respaldo a la
guerra con su voto, ellos tres argumentan que Sadam Hussein es un tirano, ¡vaya
descubrimiento!, al que coligan con Hitler y pretenden que creamos que el ser
elegido por sufragio expide carné de demócrata, sin recordar que el mayor
carnicero del siglo pasado obtuvo el poder a través de las urnas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario