Vamos perdiendo la cuenta, con
tanto ERE, uno tras otro, uno a la vez que otro, miles de personas están
quedando a la intemperie. Al ser tantos, pasa lo que pasa con todo lo que se
convierte en habitual, que lo damos por descontado, que deja de ser noticia.
Así ocurre salvo que haya alguna circunstancia tan particular que aporte el
color suficiente para hacer que destaque uno de esos expedientes entre tantos
que se mueren en el triste archivo de cualquier juzgado.
Tras cientos de años con un
contrato eventual, apenas un mes de trabajo cada año, tras varios siglos soportando
los rigores del invierno en un puesto de trabajo casi al aire libre, el buey y
la mula han sido víctimas de un ERE en Portalbelenosa que no presagia nada
bueno. Ambos, metidos en años, sin la fuerza de su época moza, por más vueltas
que lo dan, no encuentran ninguna alternativa. Dejaron la labranza por este
trabajo, pero ha sido tal el cambio que se ha producido en el campo que su
generosidad no puede competir con el motor de los tractores. Su salario, ya
dije que el trabajo era eventual, eran magro aunque les permitía vivir todo un
año, con muchas apreturas, pero todo el año. Ahorrar era imposible por más que
ahora les digan que comieron heno por encima de sus posibilidades.
Caminan despacito, hablan, van
deshojando sus miles de recuerdos, añoran cada rincón de los millones de casas
en las que estuvieron, pero ya no se les considera útiles, fuera. De vez en
cuando hacen un alto, se sientan a un lado del camino y comen las pocas hierbas
que han ido recogiendo. En la sobremesa continúan la conversación. Cuando de la
boca de la mula sale el nombre de un tal Benedicto, el buey se pone en pie,
levanta digno la cabeza: ‘es lo que tiene poner al frente de la empresa a un alemán,
vienen a decirnos cómo tenemos que hacer las cosas sin tener en cuenta nuestras
costumbres’. ‘No, amigo buey’, replica la mula, ‘no te engañes, los gestores de
aquí están tan felices, hacen lo que en realidad quieren y pueden escudarse en
que se lo mandan desde arriba’.
Publicado en "El Norte de Castilla" el 29-11-2012
Publicado en "El Norte de Castilla" el 29-11-2012
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