lunes, 3 de diciembre de 2012

Entrevista a Juan Torres


"Lo que ha ocurrido en el mundo es una quiebra fatal del capitalismo"

Él ve luz al final del túnel. Juan Torres, Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla, nos atiende después de plantear sus tesis en las jornadas de economía ‘Hay alternativas’ organizadas por el Ateneo Republicano con la colaboración de la Universidad de Valladolid. El mismo título de las jornadas coincide con el de una de las últimas publicaciones en que ha colaborado.

¿Hasta qué punto existen de verdad esas alternativas y qué posibilidad tienen de ponerse en marcha?
En ningún sitio está escrito que la sociedad tenga que funcionar de un solo modo y que además tenga que beneficiar a los de arriba. Es natural que los que se benefician de las políticas que se vienen aplicando traten de convencernos de que no hay otra política posible. Eso es lo que se decía también cuando había esclavitud, cuando mi madre no podía firmar un cheque o abrir una empresa sin permiso de su marido o su padre. Los seres humanos podemos escribir nuestra historia y hacer las cosas como queramos que sean. Lo que ocurre es que hay grupos con mucho poder hoy día que se imponen. La prueba de que se pueden hacer de otra manera es que incluso hay países que las aplican y que en la teoría económica se formulan otro tipo de soluciones a lo que está pasando.
Cuando se habla de alternativas ¿se plantea una filosofía política y económica medianamente cerrada o hablamos de algo por construir y simplemente se enumeran unos principios, unas líneas?
Creo que hasta las propias corrientes conservadoras han reconocido que lo que ha ocurrido en el mundo es una quiebra fatal del sistema capitalista. Es un sistema que no  es capaz ni siquiera de alimentar a la población. El hecho de que cada día mueran 30 o 40 mil personas de hambre, habiendo capacidad para alimentar al doble de la actual población mundial, muestra que estamos en un sistema que no arregla la provisión de los recursos desde el punto de vista más elemental. Ha desarrollado una forma de funcionar en lo económico y en lo financiero que es autodestructiva. Eso no cambia de la noche a la mañana. El paso del feudalismo al capitalismo costó, en muchos lugares del mundo, 500 años. Dictar una norma para que sea abolida la esclavitud lleva 15 segundos, el problema es que para hacerla cumplir hace falta una lucha social que lleva a veces siglos y en esas estamos.  El error es pensar que todo esto está parado, los seres humanos tendemos a pensar que lo que no vemos no existe y estamos viviendo una transformación.

Joaquín Robledo - Juan Torres
Dice usted que el capitalismo provoca miles de muertos diariamente, pero hemos convivido con ello. El hecho de que esta crisis haya llegado al ‘mundo rico’ ¿estamos ante el principio del fin del capitalismo o este sistema tiene tal capacidad para mimetizarse que puede sobrevivir a todo lo que le echen?
La transformación social no es como acabar de leer un libro y coger otro. Acaba el capitalismo y empieza otra cosa. Los sistemas sociales se impregnan unos a otros. ¿Cómo definía Marx el comunismo? Sistema según el cual cada uno da según su capacidad y recibe según su necesidad. Esa manera de organizar la vida social ya la estamos viviendo. Cuando financiamos a través de impuestos una operación quirúrgica que puede costar miles de euros sin mirar cuántos son los recursos económicos del paciente, estamos aportando según nuestra capacidad y recibiendo según nuestra necesidad y eso existe dentro del capitalismo.
Seguramente habrá economía capitalista mucho después del capitalismo. Yo creo que tenemos que acostumbrarnos a pensar que las transformaciones sociales son procesos de gran complejidad. Vamos venciendo al capitalismo día a día: cuando se crean cooperativas, cuando se realiza trabajo voluntario, cuando la gente se presta dinero sin intereses, cuando se avanza en democracia deliberativa… y esas experiencias las podemos ir adelantando porque es imposible que un sistema social diferente nazca ex novo .
¿Hasta qué punto estas políticas públicas que se fortalecen a partir de la Segunda Guerra Mundial son sostenibles?
La gran burguesía no aceptó como sostenible el equilibrio de renta que llevaba consigo el estado de bienestar. La prueba es que cuando el gran capital gana el pulso, a partir de los años 80, la desigualdad se dispara y seguirá así mientras los de abajo estén dispuestos a aceptar las condiciones de vida en las que están, hasta que se rebelen, desobedezcan y rompan con un sistema de dominio como el que hay. La sostenibilidad no es una ley física, es ese estado de conflicto que se da en la sociedad porque los grupos sociales tienen intereses diferentes. Lo que está pasando es que los grupos más poderosos han logrado que lo propios grupos sociales de abajo renuncien a sus propias preferencias.
Era un equilibrio de rentas basado en que los países económicamente más fuertes  obtenían los recursos de formas “poco éticas”
No estoy defendiendo que fuera una situación idílica. En uno de mis libros hablo de la sombra del bienestar capitalista.
¿Existe capacidad de respuesta por parte de ese porcentaje mayoritario de la población que está sufriendo la gravedad de esta situación económica?
No creo que el poder esté en manos de los de arriba. El poder está en manos de la gente.  La historia nos demuestra claramente que cuando los de abajo usan el poder  y salen a la calle y se enfrentan a los de arriba, no hay fuerza humana que detenga eso.  La cuestión es por qué no usan el poder. Si desde pequeños les enseñamos que no se rebelen contra la injusticia, será imposible que cuando sean mayores salgan a la calle para rebelarse contra injusticias más grandes. 

Publicado en "El Norte de Castilla" el 03-12-2012

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