viernes, 14 de junio de 2019

DISTORSIONES FRENTE AL ESPEJO


Unos se pueden creer buenos, más que buenos o los mejores. Pueden incluso serlo. Si además, en su entorno les repiten una y otra vez -bien en confidencias, susurros que se tornan suaves caricias al oído, bien a coro en los happening de su organización, voces que se vuelven abono para el ego- que nadie como ellos; si dicho entorno, tanto da si convencidos de ello o haciendo como si lo estuvieran, juzgan como injusto, casi como una afrenta, que el resultado de unas elecciones no esté al nivel de dichos halagos, se corre el riesgo de pasarse de frenada, de no medir bien los resultados. Valladolid Toma la Palabra disfruta con su hermosura cuando se mira al espejo. Lo que, si no son capaces de actuar sustrayéndose de ello, puede abocarles a una larga travesía por el desierto porque la política no va de hermosuras, merecimientos ni bondades. Y aunque, visto lo visto en otros lares, obtuvo un buen resultado, perdió un concejal y su anterior socio ganó tres. Una realidad que le quitó la etiqueta de imprescindible para alcanzar una mayoría. La política es aritmética.

Uno puede tener la piel especialmente fina, sentir una desconfianza sobrevenida ante lo que considera una deslealtad y tal vez no haya sido más que un juego de posiciones para enfrentarse a una negociación. Puede que los números, los resultados obtenidos en las elecciones citadas, le hayan inflado la autoestima de tal manera que le haga percibir que el montón de votos forman una colina desde la que desplegar su poder a lo Braveheart, desde la que arengar a sus masas. Óscar Puente disfruta con su musculatura cuando se mira al espejo. Pero la política no va de culturismos, ni de discursos altisonantes.  Lo que, si no es capaz de entender que en sus votos y los de sus ahora rivales existía un buen poso de aprobación al planteamiento de la legislatura anterior, puede amargarle la presente. La política no es solo aritmética.  
Si ambas partes dejan sus espejos y entienden que desdecirse no es una traición, están a tiempo de reeditar un pacto que funcionó. En caso contrario, perderán ambos. A unos les toca decir sí a lo que antes dijeron no; al otro ofrecer lo que dijo que ya no iba a ofrecer.



Publicado en "El Norte de Castilla" el 13-06-2019

No hay comentarios:

Publicar un comentario