Con el propio alardeo ya se están cobrando parte del precio. El resto, el pedazo más cuantioso, también el más discreto, engrosará sus arcas en cuanto se les compre el marco, el recorte de la foto, la imagen que se muestra. Lamentan los dirigentes populares con taimada socarronería que desde el PSOE no les hayan agradecido el gesto. Más postureo. Otro giro al destornillador para apuntalar su montaje. El PSOE, bien sabe el PP que ha caído en la trampa, sin darles las gracias les hace caso: lanza a los suyos a vanagloriarse de su buen comportamiento haciendo recuento de pactos, a apuntar que el PP no lleva razón en la acusación sin ser conscientes -o siendo más medrosos que sensatos- de que en esa excusa se delata su obediencia, su derrota si pretenden ser otra cosa.
La ‘generosidad’ altisonante, envuelta en mensajes del ‘apocalipsis
que hemos esquivado’, nos impone un debate de banderitas, unos ejes de
confrontación que se dibujan en arenas esencialistas, tanto centrales como
periféricas, que al final unas se alimentan de las otras y viceversa. Y así,
entre acusaciones y desmentidos que refuerzan el objetivo de la acusación,
entre que España se rompe y el miedo a decir no vaya a ser que crean…, de las
cosas de comer o de vivir -me sirven como base las ocho propuestas de Cáritas
de cara a las próximas generales -apenas se habla, apenas se recuerda que son
las que articulan el sentido de la política, de los pactos.
Publicado en "El Norte de Castilla" el 20-06-2023
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