martes, 29 de agosto de 2023

ENHORABUENA, CAMPEONAS

Las miradas cambian. Lo que parecía claro deja de serlo. Los códigos que amparaban la comunicación no escrita, no verbalizada, pierden valor. El proceso se desarrolla con lentitud, tanto que no percibimos como a nuestro alrededor la roca que parecía inamovible se ha desplazado unos milímetros, y otros al otro día, y otros más a la mañana después. Oímos palabras que cuestionan lo estanco, reflexiones desde la disconformidad, los sonidos se amontonan, el murmullo crece, se coordina, se organiza hasta convertirse en una sinfonía que se escucha en toda la sala. Levantas la vista, caminas unos pasos, mantienes arriba la mirada. De repente, un día, lo mismo se observa de forma diferente. El cambio de plano muestra lo que previamente no veías. La otra perspectiva, la perspectiva de las otras, enriquece la imagen global. La suma cincela un nuevo paradigma.

De repente, un día, deja de tolerarse lo que hasta ese momento no se repudiaba. O se reprobaba, bien por miedo, bien por resignación, apenas mascullando las palabras. Habiendo incluso dicho ‘sí’ a lo que en verdad no se deseaba. Un beso inconveniente, en este preciso instante, carga con todo el pasado, aúna la respuesta a muchos besos no deseados que se dieron, o dimos, antes de este punto de inflexión. Por ciegos, por sordos. O en algún caso, porque se asumía que el poder que se ejercía amparaba cualquier actitud. Se dice ahora lo que se tenía que haber dicho y fue callado, sorprende por no haber sido capaz de escuchar el susurro que a la postre fue clamor. La excusas, más torpes aún que el hecho en sí, dejaron de tener sentido como disculpa para convertirse en el testimonio de la sordera. Lo invisible se ha corporeizado. Material para aprender.

Enhorabuena, campeonas. Por lo uno y por lo otro.


Publicado en "El Norte de Castilla" el 29-08-2023

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