El jabalí tiene más alta la
cabeza que el culo. El cerdo doméstico, por el contrario, levanta más los
cuartos traseros que los delanteros. Al fin y al cabo la evolución de este
último ha venido impuesta por el precio que toma cada una de sus partes, todas aprovechables,
en los mercados. El jabalí es un animal
sociable, no entiende de fronteras, aprovecha la noche para desplazarse y
siempre lo hace en grupos en los que la hembra de mayor edad y tamaño marca la
pauta. A su primo suido, el cerdo doméstico, se le ha ido arrinconando en
espacios cada vez más reducidos donde pelea por un centímetro cuadrado con
decenas de hermanos, tiene la comida asegurada, pero aun así, es capaz de
atacar al resto por ser el primero en llegar a la tolva.
Ambos son tan parecidos que
comparten nombre científico, sus scrofa, aunque los distintos tipos de vida
hayan marcado distancias tan sustanciales. Los primeros tienen capacidad para
sobrevivir en distintos hábitats, han compensado su mala vista desarrollando
una sobresaliente capacidad olfativa que les permite localizar los alimentos
necesarios y un notable oído que les sirve a la vez como radar y alarma. Son
apacibles pero no dudan en dar la cara si tienen que hacer frente a un peligro.
Los segundos esperan que se lo
den todo hecho, no se preguntan de dónde sale el alimento que comen, ni qué
méritos han realizado para merecerlos. Acostumbrados al pienso gratuito
perdieron las habilidades para sobrevivir en libertad. Gruñen pero no atacan,
salvo que tengan claro que su rival es lo suficientemente débil para abatirlo,
aunque este rival sea uno de los suyos. Cuando el matarife se dirige a buscar a
uno de ellos para darle muerte, el cerdo se esconde en medio de la piara,
tratando de pasar inadvertido con la esperanza de que sea otro el elegido, sin
saber que tarde o temprano le llegará su San Martín. El mercado necesita su
carne.
Pensaba escribir sobre un país
que se creyó rico pero me he quedado sin espacio.
Publicado en "El Norte de Castilla" el 21-06-2012
Buenisimo, bestial, de lo mejor que he leido recientemente, hago de mensajero con su permiso...
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