Imagen tomada de arainfo.org |
Junto con los impactos ya conocidos, el fenómeno de la
despoblación devasta el cuerpo llagado de la España inmolada también con
efectos secundarios imprevistos. Bien saben ustedes, gentes que en su mayoría
llegaron a las capitales desde cualquiera de los muchos pueblos de nuestras
provincias, que allí, en el mundo rural, existen papeles asignados a
determinados paisanos en función de un atributo físico acentuado, una
discapacidad, una profesión, un rasgo del carácter o una anécdota especialmente
significativa. Papeles que en muchos casos devienen en un apodo - ‘Orejas’, ‘Patapalo’,
‘cables’, ‘estirao’ o ‘mataburras’- que en no pocos caos se va asumiendo estoicamente
como legado generación tras generación.
Siendo así, la ausencia de personal ocasiona que haya más
papeles que personas y, como en las compañías de teatro en los que los actores
o actrices tienen que representar diversos personajes en la misma obra, algunos
de los pocos habitantes que quedan en estas tierras olvidadas se ven obligados
a desdoblarse, escindirse de sí mismos, para que no quede papel sin
encarnar. Es el caso del turolense Juan
Manuel Hernández. Tan grave es la situación a cuenta de la despoblación en esta
capital aragonesa que al hombre le han correspondido a la vez los papeles de
insumiso y candidato al Senado por Vox. De esta manera, en un momento
determinado se tuvo que negar a realizar la mili acarreando con la
correspondiente sentencia de dos años cuatro meses y un día de cárcel y en otro
momento, con diferente caracterización pero la misma verosimilitud
interpretativa, propugnar por la vuelta del servicio militar, justificar la
tenencia de armas o defender el cierre de las fronteras.
Como esto siga así, no descarten que no tardando, en algún
lugar de estas tierras, la misma persona que por la mañana encarne el papel de
obispo, por la tarde tenga que representar el personaje de un homosexual que
acude a unas sesiones de terapia ya que le han hecho entender que sus
querencias, deseos y amores son cosas del diablo. Lo que no veremos es que la
misma persona compatibilice el papel de político en campaña con el de mudo. ¡Hasta ahí podíamos llegar!
Publicado en "El Norte de Castilla" el 11-04-2019
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