Septiembre es el
mes más temido por los estudiantes, en él se centrifugan las últimas esperanzas
de vencer en el mismo campo en que tres meses atrás se había salido derrotado.
Es el corolario de un verano grisáceo porque la obligación impone techo cuando
la ventana dice luz. Los moratones de aquella batalla, además, siguen ocupando
espacios de piel. Lo peor es que este esfuerzo tardío, muchas veces denodado,
no siempre desagua en el río del desquite. Muchas veces el trance del verano se
multiplica, septiembre, en vez de pomada, es otro nuevo puñetazo. Salvo que seas
el gobierno.
Cuentan que un
examinando decidió jugarse en verano todo a una carta. Eligió, entre todas, la
lección referida a la civilización romana y rehusó estudiar el resto del
temario. Llegada la fecha, folios en blanco, boli en mano, esperó la voz del
profesor. Este, antes de desear suerte a toda la clase, les dio a conocer el
tema que habrían de desarrollar, el Antiguo Egipto. Nuestro protagonista empezó
a escribir: El Antiguo Egipto
fue una civilización que surgió a orillas del Mediterráneo como la romana,
civilización esta que surge de la expansión de la ciudad de Roma… y así hasta
llenar diez hojas. Suspendió, parece que era obvio, pero no lo sería tanto si el
examen fuera firmado por el gobierno.
Vean si no. A la
primera pregunta: Parece que ustedes recibieron dinero que fue destinado a
sobresueldos y demás mamandurrias, parece que los ‘donantes’ lo hicieron con el
afán de obtener suculentos contratos para sus empresas. Díganos todo lo que
sepan de este asunto. Los miembros del gobierno, en el folio destinado al juez,
dijeron que Aserejé ja
de je de jebe tu de jebere; en el que habría de recibir el Congreso contestaron
que el dinero de los contratos Gibraltar español. En respuesta a la segunda
pregunta, la referida a economía, escribieron que no hay más que mirar para ver
que todo estaba estupendamente y más que lo iba a estar. Los epígrafes de esa
pregunta: 100.000 personas menos afiliadas a la Seguridad Social y reducción
drástica de los salarios y derechos de los trabajadores, fueron sutilmente
escamoteados. Lo peor es que están convencidos de que estamos convencidos de
que ellos son la única respuesta.
Publicado en "El Norte de Castilla" el 05-09-2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario